En la madrugada de este domingo, parte del puente romano de Talavera se ha derrumbado debido a la fuerza del agua del río Tajo, que ha superado los 1.000 metros cúbicos por segundo. El vídeo de un momento que quedará grabado en la mente y el corazón de los talaveranos.
Un vídeo para el triste recuerdo
El alcalde de Talavera, José Julián Gregorio, informó a través de sus redes sociales sobre el colapso del Puente Viejo o Puente de Santa Catalina, una infraestructura declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento.
El puente llevaba varios días cortado al paso de viandantes y no ha resistido la embestida del caudal histórico que circulaba anoche por el río Tajo. Talavera llora la pérdida de un elemento patrimonial muy querido que, además, conectaba con uno de los barrios de la ciudad.
Historia del Puente Viejo o Puente Romano de Talavera
Aunque la actual estructura del Puente Viejo de Talavera es medieval, sus orígenes se remontan a la época romana. También llamado Puente de Santa Catalina, se levantó sobre la estructura del original puente romano.
Históricamente, ha servido como vía de comunicación entre el casco antiguo de la ciudad y la vega del Tajo, en el margen sur del río, permitiendo el enlace hacia Extremadura y Andalucía.
La documentación más antigua sobre su construcción data del siglo XII, cuando el rey Fernando III ordenó controlar el trasiego comercial en los puentes del Tajo. Desde entonces, ha sido objeto de diversas obras de conservación para paliar los daños ocasionados por las crecidas del río, como las registradas en 1625 y 1626.
A comienzos del siglo XXI, en el marco de las obras de reordenación hidráulica del Tajo, se llevaron a cabo intervenciones para su uso como vía peatonal y ciclista.
El puente llegó a contar con 22 arcos de diferentes estilos debido a las numerosas reconstrucciones sufridas a lo largo del tiempo. Su estructura es un mosaico arquitectónico que combina arcos de medio punto, peraltados y apuntados, con materiales que han variado desde la madera hasta el ladrillo de tejar, el mortero de cemento y vigas metálicas.
En la infraestructura también se han hallado signos lapidarios y grafías que podrían interpretarse como marcas de canteros o inscripciones utilitarias.
Los ciudadanos lamentan la pérdida de un símbolo histórico que ha formado parte del paisaje de la ciudad durante siglos. «Es un día muy triste para Talavera», afirman con pesar algunos vecinos. La ciudad, ahora, enfrenta el desafío de preservar su legado y reconstruir parte de su historia.
