Ayer, 27 de agosto, un incendio forestal arrasó dos de las casas del yacimiento arqueológico del castro celta de El Raso, un enclave histórico de gran valor que data de los siglos V al I a.C. Las llamas, que se propagaron rápidamente, devastaron aproximadamente 20 hectáreas del municipio abulense de Candeleda, sumiendo a la comunidad local en la consternación.
Pérdida irreparable de El Raso en un yacimiento único
El castro vetón de El Raso, considerado uno de los más completos de la protohistoria de la meseta, sufrió un duro golpe con la destrucción de dos de sus casas musealizadas, que eran clave para la comprensión y preservación de la cultura celta en la región. El alcalde de Candeleda, Carlos Montesino, expresó la profunda tristeza que embarga a los vecinos por la pérdida de este valioso patrimonio. «Es una pena porque los vecinos quieren mucho al castro», ha declarado Montesino, subrayando la importancia del yacimiento para la identidad local.
Además, el incendio que se declaró en la tarde del 27 de agosto, movilizó un amplio dispositivo de emergencia. Hasta 34 medios, incluidos nueve helicópteros y cinco brigadas helitransportadas, fueron desplegados para combatir las llamas.
Pero, a pesar de la devastación, el alcalde Montesino ha mostrado determinación en la reconstrucción del castro. Evocando la historia del lugar, ha señalado que hace más de 2.000 años, Aníbal destruyó el castro original, que luego fue reconstruido por los ancestros de la comunidad. «Ahora, nos toca a nosotros reconstruirlo», ha afirmado, prometiendo que se trabajará junto con las administraciones para recuperar y preservar el yacimiento.
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