
Los vecinos de Talavera de la Reina amanecieron este domingo con una noticia devastadora: la crecida del río Tajo ha destruido parte de su emblemático puente romano. Esta icónica estructura, que ha resistido el paso del tiempo durante siglos, no ha logrado soportar la fuerza de un caudal histórico, impulsado por cuatro borrascas consecutivas y los desembalses de pantanos en la región.

Afortunadamente, no se han registrado daños personales, ya que el puente permanecía cerrado debido al riesgo de inundación que afecta a la ciudad desde hace semanas. No obstante, la pérdida patrimonial ha causado un profundo impacto entre los habitantes de Talavera.
El suceso ocurrió en la madrugada del domingo, cuando el caudal del río Tajo alcanzó niveles superiores a los 1.000 metros cúbicos por segundo (m3/s), una cifra sin precedentes en las últimas décadas.
Un puente con siglos de historia

El puente romano, también conocido como Puente Viejo o de Santa Catalina, es la construcción más antigua de Talavera sobre el Tajo. Su origen se remonta a la época romana, aunque su reconstrucción más significativa se llevó a cabo a finales del siglo XV, manteniendo en gran parte su aspecto actual. A lo largo de los siglos, ha sido sometido a diversas restauraciones, la última en 2002.

Reacciones y medidas
Ante la magnitud del desastre, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado su asistencia a la reunión del Centro de Coordinación Operativa (CECOP), que se celebra en el puesto de mando avanzado en Escalona. Además, visitará Talavera para evaluar la situación de primera mano y coordinar las acciones necesarias para la recuperación del municipio.

Los ciudadanos, mientras tanto, lamentan la pérdida de un símbolo histórico que ha formado parte del paisaje de la ciudad durante siglos. «Es un día muy triste para Talavera», afirman con pesar algunos vecinos. La ciudad, ahora, enfrenta el desafío de preservar su legado y reconstruir parte de su historia.