
El Ayuntamiento de Talavera de la Reina ha anunciado su adhesión a la iniciativa promovida desde Extremadura para mostrar el rechazo al cierre de la central nuclear de Almaraz. Como gesto simbólico, este jueves 10 de abril a las 22:00 horas se apagarán las luces de las murallas de la ciudad, uno de los monumentos más emblemáticos del casco histórico, en señal de solidaridad con los trabajadores y municipios afectados por esta decisión.
El alcalde de Talavera, José Julián Gregorio, ha expresado públicamente su preocupación por las consecuencias que acarrearía el cierre de la planta, tanto a nivel económico como social. “En la central de Almaraz trabajan muchos talaveranos y vecinos de la comarca. El cierre supondría la pérdida de empleo para decenas de familias y un duro golpe para nuestra economía local”, ha señalado.
Talavera apoya la continuidad de la central nuclear
Gregorio ha recordado que ya en el mes de febrero expresó su “apoyo incondicional” a la plataforma ciudadana Sí a Almaraz, Sí al futuro, que lucha por mantener abierta la instalación energética más allá de la fecha prevista de cierre. El alcalde ha insistido en que, de no reconsiderarse la decisión, “el desastre económico y social será irreparable”.
Además, ha subrayado la importancia estratégica que la central tiene también para el desarrollo industrial de la región. “Almaraz ha sido un motor económico no solo para Extremadura, sino también para Castilla-La Mancha. Su cierre puede condicionar la llegada de nuevas empresas tecnológicas e industriales a Talavera, que necesitan una fuente energética estable y segura”, ha advertido.
Con este gesto de apagar las murallas, el Ayuntamiento busca visibilizar el rechazo institucional al cierre de la planta y al mismo tiempo instar al Gobierno de España a reconsiderar su postura. Desde el Consistorio talaverano se insiste en la necesidad de abrir un debate técnico, económico y social, en el que se escuche a los territorios afectados y se garantice un futuro sostenible para sus ciudadanos.