No hay otra alternativa para el desarrollo y bienestar de nuestra ciudad que el soterramiento de las vías del tren a su paso por Talavera.
Los talaveranos llevamos años –que parecen ya siglos- clamando y exigiendo a las distintas Administraciones que así sea, porque cualquier otra solución distinta al hecho de impedir que las vías transcurran sobre la superficie, sería un auténtico varapalo urbanístico, ambiental, paisajístico, e incluso social y económico para la ciudad.
Parece casi una obviedad, al menos para los seres sintientes, que vivimos con auténtica desazón el silencio incomprensible del equipo de Gobierno municipal cuando se le pregunta y exige que manifieste las acciones concretas que está realizando ante otras instancias políticas superiores, en defensa del soterramiento. Que se nos encoge el corazón cuando el Sr. Page afirma con gran desparpajo ante la pregunta de si el AVE llegará o no soterrado, que eso es una cuestión menor.
Una cuestión menor… ¿Menor, para quién? El soterramiento no es un capricho, don Emiliano, ni tampoco la ocurrencia de cuatro “amiguetes”, sino algo que sirve al interés general de nuestra ciudad y sus habitantes.
Tampoco ayuda a tranquilizar los ánimos el tener que descifrar las monsergas socialistas sobre el tema. Hablen claro ya de una vez por todas y dejen de marear la perdiz, pónganse de acuerdo en un tema tan trascendental, pero sobre todo ello, actúen con la responsabilidad debida y consideren el soterramiento sí –o también-.
Talavera no puede renunciar a ello.
Por Susana Hernández.