En Toledo se han encontrado nuevas piscinas del siglo II que forman parte de las termas romanas más importantes de España. Los expertos consideran que estos restos son muy significativos, tanto por su gran monumentalidad como por su buen estado de conservación.
Las piscinas frías descubiertas tienen elementos decorativos importantes y se incluirán en las rutas de Patrimonio Desconocido del Consorcio de Toledo después de Semana Santa. Se cree que las termas tienen una extensión de 3.000 metros cuadrados y se han encontrado indicios del antiguo edificio de Hacienda y Nuncio Viejo, lo que sugiere que eran muy grandes.
El arqueólogo responsable del proyecto ha destacado el método de trabajo del Consorcio de la Ciudad de Toledo, que se ha basado en llegar a acuerdos con los propietarios de los inmuebles. La rehabilitación de los inmuebles se ha combinado con los trabajos arqueológicos gracias a un gran equipo multidisciplinar.
La alcaldesa de Toledo ha visitado el nuevo espacio arqueológico y ha anunciado que los proyectos arqueológicos sobre el Toledo romano seguirán en marcha, con presupuesto para realizar catas en la plaza Amador de los Ríos y las instalaciones del servicio del complejo termal romano, que se extiende bajo varios edificios de la zona.