Dentro de aproximadamente quince días, la imponente Basílica de Nuestra Señora del Prado en Talavera de la Reina, Toledo, exhibirá con orgullo sus renovados azulejos cerámicos tras un proceso de restauración necesario debido a su avanzado estado de deterioro.
El Ayuntamiento de Talavera de la Reina ha confirmado el exitoso avance de las obras, destacando que se han desarrollado sin contratiempos y dentro de los plazos establecidos para la restauración de los azulejos, un proyecto que ha contado con un presupuesto total de 216.062 euros. Es relevante mencionar que esta restauración recibe un respaldo financiero significativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, cubriendo el 80 por ciento de los costos, enmarcado en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI) y con la exigencia de concluir antes del 31 de diciembre.
El proceso de restauración, que se inició en julio, se ha extendido a lo largo de cinco meses. La meticulosa labor comenzó con la retirada uno a uno de cada azulejo de cerámica, los cuales fueron trasladados al taller de restauración en Madrid, ya que en Talavera no se dispone de una empresa especializada en este tipo de trabajos. En dicho taller, las piezas fueron consolidadas y reintegradas con precisión en el muro de la Basílica.
Uno de los pasos iniciales consistió en retirar la protección que había sido colocada durante varios años sobre un panel de madera con el propósito de prevenir la pérdida de azulejos. Posteriormente, cada pieza fue desmontada y trasladada al taller de restauración. Simultáneamente, la pared donde se están colocando los azulejos está siendo sometida a un proceso de saneamiento para prevenir la humedad y garantizar la durabilidad de los azulejos restaurados.
El Ayuntamiento de Talavera ha expresado su firme compromiso de evitar que estas piezas restauradas vuelvan a sufrir daños en el futuro. Para lograr este objetivo, las piezas están siendo cuidadosamente adheridas a un soporte, fijado con perfiles metálicos al muro de la Basílica. Este diseño permitirá la creación de una cámara de aire entre el muro y los azulejos, favoreciendo la ventilación y aireación adecuadas para preservar la integridad de la restauración a lo largo del tiempo.
