La lista de Organismos solventes que ponen en seria tela de juicio los Presupuestos Generales del Estado, no deja de aumentar. Ya son FUNCAS, la AiRef y el Banco de España. Y la sucesión amenaza con seguir creciendo si el Gobierno progresista no se apea de su hoja de ruta irresponsable, que más parece un constante anuncio de campaña que una herramienta para la gestión de la cosa pública.
Unos gobernantes que se precien no pueden saltarse a la torera los principios rectores de la estabilidad presupuestaria: la plurianualidad, la transparencia y la eficiencia. Ni tan siquiera siendo conscientes de la complejidad real del momento que atravesamos.
Unos gobernantes que se precien no pueden colar en los Presupuestos un desbocado aumento en el gasto estructural y financiarlo con la subida masiva de impuestos de carácter conyuntural a las clases medias y trabajadoras.
No se sostiene el gobernar a base de talonario, sin comenzar primero por plantearse el gestionar con responsabilidad el dinero público, que es el de todos.