El actual consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, escribió un artículo en 2019 en el que hacía el siguiente análisis de la despoblación en Castilla La Mancha, tomando como referencia el año 1996:
- De 919 municipios que tiene la región, 690 habían perdido población.
- Durante esos 23 años se había pasado de tener 176 municipios con menos de 100 habitantes a 260.
- También se había pasado de tener 7 municipios con menos de 20 habitantes a tener 33.
- De entre los municipios que pierden población, el 68,8% pierde más mujeres que hombres.
Yo, no sólo no dudo de la veracidad de esos datos que publicó el señor Martínez Arroyo, sino que puedo asegurar que son ciertos, pero creo que la visión de la despoblación en Castilla La Mancha quedaría incompleta si no atendemos a otros datos que el actual consejero no aportó en su artículo y que son los siguientes:
En primer lugar, hay que resaltar que no desde el año 1996, sino desde 1982 hasta hoy ha gobernado el partido socialista en nuestra región (a excepción de la legislatura 2011-2015 en la que gobernó el Partido Popular).
Escribo esto porque parece que el PSE se acaba de encontrar un problema cuando, muy al contrario, ellos han sido, como en tantos otros aspectos de la región, parte importante del problema. Dicho de otra forma más sencilla: el partido socialista de Castilla La Mancha es culpable de la despoblación que en muchos municipios se sufre actualmente.
Pero conviene dar algunos datos más que estoy seguro interesará a los castellano-manchegos.
En 2014 se propuso la creación de un plan de Inversión Territorial Integrada, el cual abarcaría hasta el año 2020. Dicho plan se aprueba en el año 2016 (perdiendo así dos años) con una dotación económica de 490 millones de euros, y que contenía acciones como iniciativas que incrementaban el acceso a nuevas tecnologías, modernización del sector agrario, desarrollo turístico, competitividad empresarial, convergencia a una economía sostenible, etc.
Para llevar todo ello a cabo, además, se creó un comité de planificación, coordinación y seguimiento (posiblemente un chiringuito más).
Sigamos: en 2018 se inyectaron otros 101 millones de los fondos FEADER (Fondos Europeos de Ayuda al Desarrollo Rural) para luchar contra la despoblación (ya van 591 millones de euros).
Lo más hiriente es que después de todo ese dinero malgastado, en Noviembre de 2020 el gobierno regional contrató a una empresa para que analice la Comunidad Autónoma. ¡Después de 40 años gobernando!
Por último, en el año actual, el PSOE ha llevado una ley de despoblación a las Cortes en la que le pedía opinión a los ciudadanos sobre cuáles eran los problemas, y no la dotan de presupuesto para llevarla a cabo. Una «ley humo» más del señor García Page a la que se han sumado tanto ciudadanos como el partido popular.
Como resumen podríamos decir que durante 40 años el partido socialista no ha dejado de despilfarrar dinero y vender humo mientras nuestros pueblos y nuestra gente está cada vez peor.
Frente a esto, VOX propuso en febrero de 2021 una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados en defensa de la España despoblada con medidas tan claras como bonificaciones y reducciones de IRPF, estímulos para autónomos y Pymes, inversión en infraestructuras de comunicación, inversión en reindustrialización, inversión para recuperar el patrimonio arquitectónico, un plan de comunicación digital y bonificaciones proporcionales al número de hijos.
A diferencia de los demás partidos, en VOX decimos claramente que ninguna de nuestras medidas se podrá llevar a cabo si no van acompañadas de una reducción en gasto político, así como en ‘chiringuitos ideológicos’.
Desde VOX, una vez más, decimos que es hora de elegir entre el bienestar de los políticos y sus redes clientelares, o el bienestar de las personas. Nosotros apostamos por las personas y por hacer de Castilla La Mancha un lugar en donde muchos españoles quieran comenzar un proyecto de vida y de futuro.
