El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha lanzado una propuesta de acuerdo a las comunidades del Levante español, las cuales dependen del trasvase Tajo-Segura para el riego, en un momento en que la sequía revela las discrepancias en la política hídrica regional.
En sus declaraciones durante su visita a las obras del campus de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) en Guadalajara, García-Page ha señalado que la sequía ha puesto de manifiesto las «cartas marcadas» en la distribución del agua, especialmente con respecto al trasvase que ha sido una carga histórica para Castilla-La Mancha.
El presidente ha destacado que mientras en el Levante se demanda agua solo para beber y no para regar, en su región la situación ha sido más complicada, recordando la escasez de agua que ha afectado a pueblos, proyectos industriales y promociones urbanísticas.
García-Page ha recordado las críticas hacia las inversiones en desaladoras en el pasado, contrastando con la percepción actual de que estas instalaciones podrían ser fundamentales en tiempos de escasez hídrica.
En este contexto, el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, ha expresado su disposición a que se envíe agua desde Sagunto a Cataluña para mitigar la sequía, pero ha pedido garantías por escrito de que esto no perjudicará a su región.
Por su parte, el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha comentado irónicamente sobre la postura del presidente de Cataluña, Pere Aragonès, en relación con la situación del agua, señalando que ahora todos parecen tener un interés común en el bienestar de España.