El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha alzado su voz en desacuerdo con el acuerdo recientemente firmado entre su partido, el PSOE, y Junts para facilitar la investidura de Pedro Sánchez a cambio de la amnistía para los independentistas. En una comparecencia desde Ciudad Real, Page expresó su desacuerdo de manera contundente, marcando una ruptura dentro del partido que, hasta ahora, se había mantenido cohesionado en este tema.
«Discrepo profundamente», afirmó el barón socialista, abriendo así la vía a las críticas internas dentro del PSOE. Page no se alineó con la postura oficialista de Ferraz, marcando sus diferencias y señalando que, al igual que Puigdemont tiene derecho a expresarse, él también tiene derecho a hacerlo.
«Ayer vi mucha necesidad: por un lado, de gobernar y, por el otro, de librarse de la cárcel», interpretó Page, dejando claro su descontento con las motivaciones detrás del acuerdo. Además, expresó su disposición a recurrir a los tribunales si fuera necesario: «Si hay que ejercer un recurso, lo haré; si hay que plantar batalla, se hará, pero no pasaremos por una relectura de la Constitución».
Page también advirtió a Sánchez que un proyecto que privilegie a una parte de España sobre las demás será inviable. Criticó el intento de borrar la historia y denunció que, en lugar de evitar un Gobierno de derecha, están entregando el control a la derecha independentista.
En este contexto, Page recordó su oposición previa al concepto de amnistía y expresó su sorpresa ante lo que considera «algo peor, como es el intento de borrar la historia». Aunque las críticas dentro del PSOE son escasas, Page se posiciona como un barón socialista crítico con la dirección oficialista marcada por Ferraz. La situación promete abrir un debate interno en el partido sobre el rumbo y las decisiones adoptadas.
