Después de seis años en venta, el barco de la Diputación de Toledo sigue sin encontrar un comprador. La subasta se ha realizado por novena vez, pero una vez más, no ha habido ofertas para adquirir la embarcación. A pesar de que la Diputación ha rebajado su precio de venta en un 50% con respecto a su precio de compra, el barco sigue siendo un activo difícil de vender.
La historia del barco comenzó en 2015 cuando el gobierno del entonces popular Arturo García lo compró con la intención de impulsar el turismo en el yacimiento de Ciudad de Vascos. La idea era que la empresa que lo construyó lo entregara en el embalse de Azután, pero debido a que la zona está declarada como innavegable, el buque nunca llegó a su destino.
Desde entonces, la Diputación ha intentado vender el barco en nueve ocasiones, sin éxito. En la última subasta, que tuvo lugar el pasado 21 de abril, el precio de venta era de 162.462,51 euros, un 52% menos que en 2017, año en el que se realizó la primera subasta por un precio de 344.850 euros. A pesar de los continuos descuentos, nadie ha mostrado interés en adquirir la embarcación.
Por ahora, el barco seguirá amarrado en las instalaciones del Real Club Náutico de Ribadeo (Lugo), y la Diputación deberá seguir pagando un coste anual de 4.128 euros por su almacenamiento. Parece que el futuro del barco sigue siendo incierto, y la Diputación tendrá que seguir buscando formas de deshacerse de él.