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viernes, abril 26, 2024
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La Talavera Negra: Conoce estas 9 leyendas de Talavera. Parte I

Que Talavera cuenta con mucha historia es un hecho. Podemos verlo en Las 17 cosas que no sabías sobre el Puente Romano de Talavera, Las 19 cosas que no sabías de La Basílica del Prado de Talavera y Las 17 cosas que no sabías sobre Las Torres Albarranas de Talavera, pero esta vez profundizaremos más en leyendas sobre nuestra ciudad: La Talavera Negra: Conoce estas 9 leyendas de Talavera. Parte I.

De la mano de Javier Gil y Miguel Méndez Cabeza, conoceremos la Talavera más negra, sus 9 leyendas y algunos hechizos típicos de las brujas de Talavera. Para ello, en esta primera parte, de cuatro, conoceremos 3 leyendas. La condena inocente (1), El Rey moro de Talavera (2) y Las brujas de Talavera (3).

¿Te atreves?

| 1 |  LA CONDENADA INOCENTE

La Talavera Negra: Conoce estas 9 leyendas de Talavera. Parte I
La Talavera Negra: Conoce estas 9 leyendas de Talavera. Parte I

Corría la segunda década del siglo XVI cuando en Talavera había una mujer enormemente hermosa. Se decía que cualquier hombre por casto que fuera rodeaba la cabeza al verla pasar. Ella era una mujer piadosa y buena cristina y no se le había conocido nunca ninguna aventura con varón.

Semanalmente iba a misa a la iglesia de la Magdalena y no dejaba ningún jueves de rezar el rosario en la ermita del Prado.

María, que así se llamaba, era costurera y aparte de ser bellísima, educada y vestir con gracia y elegancia, cosía de manera primorosa.

Todos estos dones hicieron que fuera carne de cañón de la envidia. Sobre todo de otras mujeres que veían como sus esposos caían rendidos ante la increíble belleza de esta mujer. María prácticamente no tenía amigas. Esto era debido a la rabia que sentían otras chicas por atraer a todos los varones la hicieron desde muy joven ser objeto de bromas, chanzas y falsas acusaciones.

El colmo de estas falsas acusaciones fue cuando varias mujeres, quisieron trazar un plan para hacerla desaparecer. Y que sus pretendientes o maridos dejaran de mirarla cada vez que se cruzaban con ella por la calle.

Con este fin idearon un terrible plan en el que acusaron a María de ser una bruja judía. María fue acusada de secuestrar a un niño recién nacido para sacrificarlo a Satanás ofreciéndole su corazón. Las mujeres que la acusaron indicaron un lugar donde presuntamente estaba el niño enterrado pero el juez inquisitorial al escarbar la tierra no encontró nada.

Las mujeres tomaron un cochinillo y lo deshuesaron. Lo trocearon y enterraron trozos de su carne y costillas en el camino viejo de Oropesa, cerca del actual barrio de Patrocinio. De nuevo volvieron a acusar a María y esta fue encarcelada sufriendo tortura y tormento para que confesara su crimen.

El Juez que la procesó en la Iglesia del Salvador, creyó no encontrar pruebas suficientes. Pero las mujeres extendieron por la ciudad el rumor de que estaba hechizado por María y que había caído en sus redes durante la estancia de María en la prisión, así que el magistrado,   temeroso de que fuera acusado de estar endemoniado, le condenó a ser quemada en la plaza de la Cruz Verde y que sus cenizas fueran tiradas al río para que no reposaran en lugar sagrado. Así María murió inocente entre tremendos dolores. Sus cenizas fueron arrojadas al río Tajo desde el Puente Romano a las dos de la madrugada, hora de las brujas, una fría noche de noviembre.

Aún hoy se dice que si caminas por el Puente Romano durante el mes de noviembre a las dos de la madrugada, puedes adivinar entre la niebla el espectro de María avanzando hacia ti. En ese momento corre hacia la orilla. Porque María que aún está sola y terriblemente furiosa por la injusticia querrá llevarte al mundo donde viven las almas en pena bajo las frías aguas del río Tajo.

| 2 |  EL REY MORO DE TALAVERA

La Talavera Negra: Conoce estas 9 leyendas de Talavera. Parte I
La Talavera Negra: Conoce estas 9 leyendas de Talavera. Parte I

Cuenta la leyenda que tras las luchas fratricidas entre los distintos reinos musulmanes de la península, estas taifas quedaron empobrecidas y muy fragmentadas. Talavera aprovechó esta ocasión para revelarse contra Toledo. Y formar su propio reino árabe que se extendía desde Almaraz hasta el Casar de Escalona y desde la sierra de Gredos hasta el Guadiana.

Para establecer un pacto de amistad y no volver a guerrear los reyes moros de Talavera y Toledo decidieron casar al príncipe talaverano Jazmín de la estirpe de los Hiaya que solo contaba con nueve años, con la sobrina del rey de Toledo Al Qadir y que se llamaba Aixa Galiana que tenía cuatro. El matrimonio se produciría cuando cumpliera Jazmín los dieciséis.

Durante esos años el acoso de los cristianos a los reinos moros era ya imparable. Y deshaciendo su promesa el Rey de Toledo ofreció al rey de castilla Alfonso VI a su sobrina (con el claro fin de salvarla de una posible guerra en Toledo). Esta creció junto a la princesa Urraca de Castilla y su marido Raimundo de Borgoña. La joven cuyo destino era ser la reina de Talavera nunca vería cumplido su destino. Pues ahora fue bautizada y convertida al cristianismo siendo bautizada con el nombre de su protectora: Urraca.

Jazmín Hiaya, nunca perdonó al rey de Toledo su falta de compromiso. Pero con los años y sin recordar a Aixa nada más que por los inocentes juegos infantiles que compartieron terminó olvidándola.

Mientras Aixa Galiana recibía educación en Ávila. Allí sus mentores la encontraron un buen marido en el joven castellano Nalvillos Blázquez de la noble familia de los Dávila. En cierta ocasión Nalvillos quien tenía propiedades en Talavera decidió venderlas. Y le encargó el cometido a Jazmín Hiaya desconociendo que era el prometido de su esposa. Nalvillos partió a Ocaña para la toma de esa ciudad a los musulmanes y Jazmín viajó a Ávila para cerrar los negocios.

Al llegar allí el cariño de niños brotó de nuevo convertido en amor irrefrenable al ver en el palacio a doña Urraca. Antes Aixa Galiana quien había sido su prometida. Ella sintió hacia él la misma atracción pues el joven era guapo y de cuerpo fornido y moreno. Ambos jóvenes se enamoraron. Y huyeron a Talavera donde recuperó la fe en Alah y se casó con el Rey convirtiéndose en la Reina de Talavera.

Al saber esto Nalvillos volvió a a Ávila y tomó un ejército de trescientos hombres, avanzando hacia la inexpugnable Talavera. Fue tan rápido el ataque que no se pudieron cerrar las puertas. Y tras saquear la ciudad, los soldados de Nalvillos prendieron al rey y la reina en el Alcázar. Ambos fueron conducidos al paraje llamado de la Alcoba en Talavera la nueva y tras ejecutarlos fueron quemados juntos en una pira.

| 3 |  LAS BRUJAS DE TALAVERA

La Talavera Negra: Conoce estas 9 leyendas de Talavera. Parte I
La Talavera Negra: Conoce estas 9 leyendas de Talavera. Parte I

Dentro de la brujería hay una rama que es especialmente potente en todas las épocas. Ya que toca uno de los sentimientos más fuerte entre los seres humanos: El amor.

Como no podía ser de otra manera, en Talavera había varias brujas y hechiceras que hacían todo tipo de artimañas con distintos fines. Tales como atraer al hombre o la mujer amada, calmar las ansias sexuales de maridos que engañaban a sus esposas o por el contrario romper matrimonios o noviazgos.

Rosa era una criada de una rica familia talaverana de la que en la actualidad aún quedan miembros. Los Gaytán. Rosa recibía a sus clientes cuando sus amos no estaban en la casa, lo que ocasionaba el miedo de los otros criados. En cierta ocasión acudió una joven que estaba enamorada de un hombre apuesto que no le hacía mucho caso. La bruja le pidió un franquito con su sangre menstrual e hizo un bollo de pan en cuya masa echó dos gotas. Este pan lo comía el hombre deseado y el hechizo hacía efecto.

Su amiga, la bruja Juana Mora, también hacía este tipo de hechizos. En este caso la mujer enamorada debía llevar un tiesto con abono de burro. Ante el que la bruja hacía una oración a Santa Margarita e invocaba a un demonio llamado Demonio Pajuelo. En esa maceta debía sembrar centeno. Que una vez crecidos los brotes debía hacer harina y cocinar un bollo con ella, dándoselo de comer a la persona a la que se quería enamorar.

Algo parecido hacía con los hombres que deseaban una mujer y esta no les correspondía. En este caso no se utilizaba la maceta. Y el bollo en vez de añadir las gotas de sangre, se mezclaba con el semen del caballero.

Otros hechizos iban dirigidos a los maridos que eran infieles a sus esposas. Rosa y otra bruja llamada Teresa, en otro conjuro en el cual pedía pelo o una prenda del marido. La ponía sobre una silla y esparcía ceniza de haber quemado romero y unas gotas de agua y decía el siguiente dicho “Conjúrote agua mistura dañada por el gran Plutón y por Proserpina y por la laguna Estigia y su confusión por el cancerbero y las furias infernales y por todos sus secuaces y por aquellos que conjurar te puedo” Los hombres, cada vez que acudían con sus amantes o iban a los prostíbulos se volvían impotentes.

Otras brujas que conjuraban hechizos amatorios fueron Paca Viñuelas amante del alcalde nigromante y María Peña quien adoraba a Barrabás, Satanás y el Diablo Cojuelo. Paca, con sus conjuros para castigar a los hombres infieles

lograba hacer que los penes de los hombres se hicieran tan pequeños que algunos aseguraban que le había desaparecido. Para la historia queda el testimonio de un tal Miguel de Lagartera quien la acusó de dejarla sin pene.

También había una bruja que curaba la impotencia. Se llamaba Bernarda González. Esta mujer cogía agua bendita de tres iglesias distintas de Talavera, en ella cocía una gallina negra y obligaba al paciente a lavarse con ella los genitales.

Isabel Hernández quien fue ajusticiada por intentar ahorcar a una mujer que se oponía a renegar de Dios. Y adorar al diablo antes la quiso convencer diciéndola que el demonio la haría rica, tiró unas monedas y según se cuenta las monedas flotaron en el aire durante cierto tiempo. Al final como no renegaba de la iglesia Isabel la torturó, la cortó la lengua cortada y le dio golpes con piedras en su cabeza.

Mariana Álvarez practicaba la curandería en 1649 y también fue juzgada. Al igual que la bruja “Carroña”. Que bendecía una carta de la sota de espadas en las misas mientras se consagraba la sagrada forma y luego la vendía para atraer la suerte. Todo esto inspiró al gran Fernando de Rojas para escribir su obra de teatro la tragicomedia de Calixto y Melibea. Donde la protagonista es la vieja puta Celestina.

**Contenido contenido extraído de publicaciones de Javier Gil y Miguel Méndez Cabeza, para uso exclusivo de la redacción de este reportaje.

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