La Policía Nacional ha detenido en Toledo a cuatro personas por un delito de tráfico de drogas, ya que presuntamente habían instalado dos laboratorios clandestinos de cultivo y elaboración de marihuana en viviendas situadas en las localidades de Bargas y Magán.
Las dos operaciones, que se han llevado a cabo de forma consecutiva, contaron con la colaboración de la Policía Local de Bargas y Magán respectivamente, y finalizaron en el mes de abril con el registro de las viviendas en las que se ocultaban los cultivos ilegales.
La plantación de Magán contaba con 278 plantas de entre 120-150 centímetros de altura, y en ella se intervinieron además 1.120 gramos de marihuana en proceso de secado, además de una báscula de grandes dimensiones. Los detenidos, una mujer de 51 años y un varón de 49, carecían de antecedentes.
Por otro lado, en Bargas se detectó una vivienda que estaba siendo utilizada por una mujer de 28 años y un varón de 24 años para cultivar 256 plantas de marihuana. Ambos moradores carecían de antecedentes y fueron detenidos por este motivo.
Colaboración para erradicar el cultivo de estupefacientes
Las plantaciones de marihuana de interior -también denominadas indoor suelen instalarse en viviendas o naves industriales que se acondicionan para realizar un cultivo intensivo de las plantas de cannabis, minimizando el tiempo de crecimiento y maduración de la planta para obtener mayor número de cosechas en el menor tiempo posible.
Es habitual que se conecten de forma ilegal a la red de suministro eléctrico para afrontar el elevado consumo que producen las luces y aparatos de aire acondicionado en funcionamiento constante, que como en estos dos casos, superaban en diez y doce veces el consumo normal de una vivienda familiar.
Además de que el ruido y los olores que emana la sustancia son desagradables para los vecinos que residan en los alrededores, las instalaciones eléctricas no se suelen realizar en condiciones de seguridad, por lo que existe riesgo de incendio.