El doctor en física Iñaki Martínez, originario de Talavera de la Reina, está liderando una apasionante investigación financiada por la beca Marie Sklodowska Curie (MSCA) en la Universidad de Gante, enfocada en desentrañar el papel crucial del ruido en la comprensión de los sistemas microscópicos.
A menudo, tendemos a percibir el ruido como una interferencia molesta en el funcionamiento de los sistemas. Sin embargo, en el mundo microscópico, esta percepción cambia radicalmente. A través de su proyecto, conocido como Neqliq (acrónimo de ‘Non-equilibrium features of small systems within critical liquids’), el Dr. Iñaki Martínez y su equipo en el Grupo de Cristales Líquidos y Fotónica exploran la termodinámica de los sistemas pequeños.
El estudio se fundamenta en la observación de los cambios de estado de la materia a niveles microscópicos. Neqliq se centra en los procesos de no-equilibrio en sistemas donde la amplitud y coherencia del ruido se pueden controlar, utilizando microesferas de cristal inmersas en fluidos críticos. Estas transiciones de fase difieren de las observadas a escalas más grandes, ya que no hay un punto de coexistencia, sino una transición instantánea de un estado a otro.
Los sistemas críticos, como los que investiga Neqliq, son fascinantes por su capacidad para anticipar y amplificar la amplitud y coherencia del ruido ambiental, además de su resistencia ante perturbaciones externas. Se ha teorizado sobre su papel clave en la vida biológica debido a su extrema flexibilidad y capacidad de adaptación.
Una investigación revolucionaria
A través de la observación de este fenómeno, el equipo del doctor Iñaki Martínez busca comprender cómo el ruido termodinámico afecta a los sistemas microscópicos en una amplia variedad de contextos. Los resultados de Neqliq podrían tener aplicaciones en sistemas donde el ruido es inevitable, gracias a las universalidades presentes en los sistemas críticos.
Estas investigaciones no solo tienen implicaciones en el desarrollo de tecnología miniaturizada, que es un desafío clave en la actualidad, sino que también pueden mejorar nuestra comprensión de los sistemas biológicos, incluyendo procesos intra e intercelulares.
A pesar de las oportunidades que se presentan, el Dr. Martínez destaca los desafíos en la comprensión de los sistemas a nivel microscópico y mesoscópico, donde las leyes de la física clásica y cuántica se entrelazan, dando lugar a fenómenos desconcertantes. Sin embargo, estas escalas también abren nuevas posibilidades, como la aplicación de la técnica de la trampa óptica, que permite interactuar con objetos a nivel nanométrico y microsegundo, una hazaña impensable a escalas macroscópicas. Esta técnica, reconocida con el Premio Nobel en 2018, es un ejemplo de cómo la ciencia puede abrir nuevas fronteras y transformar nuestra comprensión del mundo que nos rodea.