En la comunidad de Madrid, a solo 54 kilómetros de la propia capital, se esconde un tesoro rural que despierta la curiosidad de propios y extraños: Fresnedillas de la Oliva. Este pintoresco pueblo, con apenas 2,000 habitantes, es mucho más que solo un lugar de paso. Descubre, esta Semana Santa, por qué este rincón madrileño se ha convertido en un destino turístico emergente gracias a sus grafitis costumbristas y su curioso Museo Lunar.
Arte por todas las calles del pueblo
Hace 10 años, el Ayuntamiento de Fresnedillas, decidió darle una nueva vida a las casa abandonadas del pueblo, convirtiendo las mismas en lienzos de arte callejero. Elena Parlange, la artista detrás de esta iniciativa, decoró las fachadas con sesenta y ocho pinturas costumbristas, retratando los antiguos oficios del pueblo y a algunos de sus habitantes más ilustres.
Museo Lunar de Fresnedillas de la Oliva
A parte, la localidad no solo tiene se mueve por esta iniciativa, también posee el Museo Lunar. Entre los años 1967 y 1985, el pueblo fue sede de la Estación Apolo de Madrid de la NASA, convirtiéndolo en el primer lugar en la Tierra en escuchar las primeras frases de los astronautas del Apolo 11.
Dicho museo, inaugurado en 2010, alberga una fascinante colección de objetos relacionados con las misiones lunares, incluyendo trajes de astronauta y objetos únicos que conmemoran la historia espacial. Además, tienen la oportunidad de mostrar material cedido por los antiguos trabajadores de la estación.
Escapada para Semana Santa
Aunque la localidad se encuentre a una distancia prominente de la propia ciudad de Talavera, la historia y el arte del pueblo son grandes incentivos para realizar una escapada esta Semana Santa.
Descubre la magia de Fresnedillas de la Oliva, un destino que combina el arte callejero con la historia espacial en un entorno rural único.
