Pero 26 municipios son muchos si queremos hacer una escapada exprés. Por eso, os dejamos una recopilación de los 7 pueblos más bonitos del Valle del Tiétar a menos de una hora de Talavera para abrir un poco la curiosidad por este increíble paraje:
|1| Piedralaves, entre calles empedradas y paisajes naturales
A 56 kilómetros de Talavera, Piedralaves cautiva con sus callejones empedrados y arquitectura única.
La Iglesia de San Antonio de Padua y la Cruz de los Enamorados, punto de encuentro para los enamorados del pueblo, son solo algunas de sus joyas.
A las afueras, la Presa del Horcajo y el Charco de la Nieta ofrecen entornos naturales para explorar y disfrutar en cualquier época del año.
|2| Sotillo de la Adrada: arte, gastronomía y panorámicas deslumbrantes
A 50 kilómetros de Talavera, en el corazón del Valle del Tiétar, Sotillo de la Adrada se erige como un destino imperdible.
La Iglesia Parroquial de la Santísima Trinidad, con su torre mudéjar, y las balconadas de los siglos XVIII son testimonios de su rica historia. El Canto de los Pollitos, un pequeño cerro con una formación rocosa peculiar, ofrece vistas panorámicas del pueblo y sus alrededores.
|3| Candeleda, entre montañas y ríos
A aproximadamente 50 minutos de Talavera, Candeleda se alza como uno de los pueblos más pintorescos del Valle del Tiétar.
Arropado por la Sierra de Gredos, este rincón con apenas 5000 habitantes ofrece una riqueza biológica y paisajística inigualable. El río Tiétar y el Embalse del Rosarito son tesoros naturales para los amantes de la pesca y el piragüismo.
Calles empedradas, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la famosa Casa de las Flores, con su Museo del Juguete de Hojalata, hacen de Candeleda un lugar idílico.
|4| Arenas de San Pedro, el corazón medieval del valle
A tan solo 45 kilómetros de Talavera, encontramos Arenas de San Pedro, la joya medieval del Valle del Tiétar.
Sus raíces se remontan a la Edad Media, y su imponente Castillo Gótico, construido en el siglo XIV, es un testigo vivo de su historia. Además, el Palacio del Infante, un elegante edificio neoclásico, añade un toque de distinción a este encantador municipio.
El río Arenal y el Santuario de San Pedro de Alcántara completan la experiencia, otorgando a la localidad una identidad única.
|5| Fresnedilla, entre montañas y tradiciones centenarias
A poco más de 40 kilómetros de Talavera, Fresnedilla, con su iglesia del siglo XVI y la plaza del pueblo, refleja su origen medieval.
La fuerte tradición ganadera se manifiesta en la conservación del antiguo potro para herrar el ganado y en la Cañada Real, donde se encuentra el antiguo lavadero El Caño. La cerámica artística de Talavera adorna la iglesia, conectando a Fresnedilla con sus raíces.
