Tenemos empresari@s que reclaman lo que les cuesta un emplead@, sin valorar cosas tan importantes como la confianza, la iniciativa, esforzarse al máximo, estar localizable 24/7 para resolver problemas de la empresa, etc.
Y, por otro lado, tenemos emplead@s que se reclaman de sus empresas, sin valorar cosas tan importantes como la oportunidad de desarrollarse como profesional, los cigarritos y/o cafés que no se descuentan del horario, esforzarse al mínimo, las salidas antes de tiempo, etc.
Ningun@ es mal@ o buen@. Simplemente es entender que ni empresari@s hacen nada sin emplead@s, ni emplead@s hacen nada sin empresas.
Tú decides que hacer, o vivir en la queja mirando solo tu ombligo, siendo un infeliz toda tu vida, o reconocer el verdadero valor de las cosas, siendo justo y equitativo y vivir en armonía.
Por Sonia Santurino, psicóloga organizacional en Talavera de la Reina