El Soliss Fútbol Sala Talavera sumó su segunda victoria de la temporada, la segunda también en condición de local, salvo que esta vez el escenario era otro, un José Ángel de Jesús Encinas en el que los talaveranos se estrenaban en partido oficial y donde el debut no podía ser mejor ya que se impusieron por 5-2 al filial de Movistar Inter en un brillante partido de los hombres de Ángel Magán.
Y es que mucho ha cambiado la historia desde que ambos equipos se vieron las caras en pretemporada con victoria clara de los de Antonio Fernández por 8-4. Los cerámicos, con sus limitaciones, poco a poco van formando un acorazado y en la noche de este viernes pasaron por encima en intensidad a un rival que llegaría a adelantarse en el marcador.
Y la verdad es que los locales no lo estaban haciendo nada mal de inicio, con buenos minutos y ocasiones tanto de la primera como de la segunda unidad que eran repelidas por Mario Merino y por la manera, como ocurriría con remate de Zion tras buena acción de transición. Replicó el conjunto interista con Kaito, que también se encontró con el poste, y en la siguiente Rufo lograba el 0-1 al recibir en el área y batir a Pitu.
Llegaron momentos de dudas y además la presión visitante a toda cancha no ayudaba. Pero entre tanto nubarrón apareció un claro. Una mano dentro del área visitante de Sergio Ramos le daba una oportunidad de oro al Soliss FS Talavera para igualar y Chencho tomó la responsabilidad batiendo al meta y poniendo un 1-1 que devolvía las tablas.
Entraba de nuevo Talavera al partido que se convertía por momentos en correcalles con ocasiones en uno y otro área. Pitu salvaba con una estirada felina el remate a la escuadra de Anaya y respondía Chispi con un disparo que superaba al meta y sacaba Anaya bajo palos. No se quedaban ahí los de la Ciudad de la Cerámica y con un Chencho al mando de las operaciones cerca estaba Mario Arriero de hacer el segundo pero el meta salvó cuando el canterano se tiraba con todo a por la bola.
Minutos más tarde, ya con los dos equipos en cinco faltas, llegaría la nota amarga del encuentro. Y es que tras un saque de esquina Mario Arriero se llevaba un fuerte pelotazo que lo dejaba conmocionado y que le obligaba no sólo a ser evacuado a vestuarios, sino a ser trasladado al hospital porque la cosa fue a mayores. Por suerte el jugador ya está fuera de peligro y en buenas manos, pero le tocará estar ingresado al menos 24 horas para evitar posibles secuelas del traumatismo.
Tras unos minutos de incertidumbre la cita volvía a la acción y nos acercábamos al descanso con dos sustos visitantes en forma de lanzamientos de Kaito a la madera. El nipón, que compatibiliza el primer equipo con el filial, desperdiciaba dos remates claros para adelantar a su equipo y los locales no desperdiciarían la suya. Apenas con seis segundos para el final recibía Zion dentro del área y batía por debajo de las piernas a Mario Merino para el 2-1 con el que nos íbamos al descanso.
Iniciaba la segunda mitad como hace un par de días en Cañada Rosal. Salida con pájara y tanto de Movistar Inter ‘B’ en acción de córner que culminaba Moñino de remate ajustado a la madera para el 2-2. Incluso Kaito pudo hacer el 2-3 de no ser por el pie salvador de Pitu. Primer aviso, segundo aviso y al tercero, la reacción. De la nada sacó Samu Lastra un saque de banda cuando parecía que tenía perdido el esférico, una muestra de la fe de este equipo, que no da un balón por perdido, gen puro ‘Ángel Magán’.
Siguió el juego, funcionó la pizarra y Dani Gálvez que soltaba un tremendo zapatazo que superaba por alto por 3-2 y volvía a dar a Talavera la comandancia en el marcador para ya no perderla. Y es que un minuto más tarde Chispi se estrenaba en como goleador después de otra pizarrita que terminaba con remate ajustado para conseguir de esta manera un 4-2 que hizo estallar de júbilo a la grada.
Era el momento de matar porque Talavera volaba sobre la pista del JAJE y porque Chencho estaba ‘on fire’. Le salía todo al de La Pueblanueva, que sigue recuperando su mejor versión tras un curso pasado condenado al ostracismo y que puso en pie al respetable. Lástima que el gol no estuvo de su parte y fueron varios los balones que le sacaron bajo los palos con el meta batido. Y no sólo a él, porque el canterano Alberto también lo intentaba y también Pitu se sumaba a las intentonas sobre el área rival.
Fueron los mejores minutos en ataque del curso de los cerámicos, pero en el minuto 30 hubo que pasar a modo defensa. Tiempo muerto de Antonio Fernández e Inter ‘B’ que salía de cinco los últimos diez minutos. Y lo pasaron mal los cerámicos, para qué nos vamos a negar, pero los minutos pasaban y el gol visitante no llegaba, beneficio para Talavera y cada vez más nervios en los visitantes.
Y los nervios generan imprecisiones y las imprecisiones espacios para matar el partido, algo que Samu Lastra hacía en el 36’ después de una recuperación y una palanquita hacia la meta rival para un 5-2 que fue tocado y hundido para el acorazado interista, el cual lo siguió intentando sin fortuna, la misma que le faltaba a Pitu para anotar desde su casa, quedándose con las ganas de un gol con el que hubiera redondeado un gran partido, como el que protagonizaron el resto de sus compañeros, quienes celebraban con una afición entregada a la causa, una vez más, la victoria del equipo.