Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha reiterado hoy su compromiso de abogar por la armonización de los planteamientos agrarios y ambientales en el seno de la Unión Europea. Desde el Comité de las Regiones en Bruselas, se compromete a contribuir, con su «granito de arena», a crear conciencia sobre esta importante cuestión.
Estas declaraciones surgieron durante la firma de un protocolo entre el Gobierno regional y las principales entidades financieras de la región, destinado a mejorar las condiciones de financiación para agricultores y ganaderos. El protocolo, valorado en 120 millones de euros, con la posibilidad de ampliar hasta 200 millones, busca inyectar liquidez al sector agropecuario y mejorar su viabilidad económica.
En el Salón de Tapices del Palacio de Fuensalida, García-Page destacó el orgullo de la región por su sector primario y enfatizó la importancia de gobernar con una agenda compartida, sin divisiones. Subrayó el crecimiento notable de la renta agraria en los últimos años, pero también lamentó la creciente tensión entre la agricultura y la sostenibilidad ambiental.
El presidente manifestó que el sector agrario es más víctima que culpable de los problemas ambientales y abogó por prevenir el cambio climático sin estigmatizar a ningún sector. Asimismo, resaltó la importancia crucial del agua para la agricultura en Castilla-La Mancha y reiteró el compromiso de la región con la sostenibilidad.
El protocolo firmado hoy es una renovación del acuerdo anterior, y su objetivo es mejorar las explotaciones agrarias mediante la inyección de fondos y la mejora de las condiciones financieras. García-Page estuvo acompañado por representantes de entidades financieras regionales, el consejero de Agricultura y el vicepresidente segundo de la Junta, José Manuel Caballero.