Llamar rebrotes a lo que está pasando es casi un insulto. Estamos otra vez en plena pandemia con miles de contagiados diarios y otros miles que siguen exponiéndose y exponiendo a todo el mundo sin ningún pudor.
De hecho la verdadera amaneza, el verdadero virus, no es la Covid 19, es la gilipollez galopante de mucha gente de este país.
Esos gilipollas que van a fiestas miltitudinarias sin protección y luego lo critican en las redes. Esos gilipollas que niegan que exista riesgo y no dudan en poner en riesgo a todo su entorno; Esos gilipollas que abran sus locales y no exigen que los clientes cumplan con las nomas: Esos gilipollas que van a los locales como si nada hubiese pasado; Esos gilipollas que tienen los síntomas pero se callan y siguen tan tranquilos.
Sin olvidarnos de los gilipollas que buscaban culpables por todas partes pero que ahora no se hacen responsables de nada. El 8M ya no se menciona, ahora los gilipollas se vallan. Está claro que necesitamos mano dura.