Ubicado en lo alto de la Sierra de Tormantos, a una altitud impresionante de 1.175 metros, se encuentra Piornal, un auténtico tesoro oculto en lo más alto de Extremadura. Desde este privilegiado enclave, los visitantes pueden deleitarse con unas vistas panorámicas de los valles del Tiétar y del Jerte, así como del entorno pintoresco del pueblo, adornado con exuberantes bosques de castaños y cerezos que pintan el paisaje con tonos vibrantes en primavera.
Piornal ofrece más que solo vistas espectaculares. En su corazón, los viajeros descubrirán una joya natural: la impresionante piscina natural en la Garganta Bonal, un remanso de frescura en medio de la naturaleza. Además, los encantadores charcos del Calderón y del Caozo ofrecen lugares idílicos para escapar del calor durante los meses estivales, aunque gracias a su altitud, los veranos aquí son sorprendentemente moderados.
Caminar por las estrechas calles empedradas de Piornal es como dar un paseo en el tiempo. Las casas tradicionales piornegas, con sus robustos muros de piedra, cuentan historias silenciosas de generaciones pasadas. Las regaderas que cruzan las calles, alimentadas por manantiales locales, son una característica única que añade encanto al ambiente.
No te pierdas en Piornal…
| 1 | Ermita de la Concepción
La construcción de la Ermita de la Virgen de la Concepción, en honor a la patrona de Piornal, comenzó en el año 1740, siendo un monumento dedicado a la devoción y la fe arraigada en esta comunidad desde tiempos inmemoriales. El templo alberga la venerada talla de la Virgen de la Concepción, una obra de arte sacro que se remonta al mismo siglo XVIII y que es considerada de inestimable valor artístico por su belleza y significado espiritual.
La majestuosa ermita se inauguraba finalmente en el año 1743, convirtiéndose en un lugar sagrado y de peregrinación para los habitantes de Piornal y sus alrededores. Desde entonces, en ella se han celebrado innumerables ceremonias religiosas, festividades y momentos de profunda devoción por parte de generaciones enteras de fieles que han encontrado consuelo, esperanza y fortaleza espiritual en la presencia de la Virgen de la Concepción.
A lo largo de los siglos, la ermita se conserva preservando su arquitectura original y su aura de sacralidad. Cada año, en la festividad de la Virgen de la Concepción, la comunidad se reúne en este templo para rendir homenaje a su patrona y renovar sus votos de fe y gratitud.
| 2 | Sus fuentes
Las fuentes son un distintivo pintoresco y esencial del paisaje de Piornal y sus alrededores. Entre ellas, destacan ejemplos emblemáticos que han trascendido en la memoria colectiva del lugar. Por ejemplo, la fuente de los Helechares, cuyas cristalinas aguas provenientes de las altas cumbres son objeto de deseo y vitalidad para la comunidad; la fuente de Oliva Martín, envuelta en una leyenda que narra cómo la mítica figura de la Serrana descendía hasta allí para saciar su sed; o la fuente de Matafrailes, ubicada en el antiguo Camino Real, donde la historia se entrelaza con los manantiales que alimentan la región.
Piornal es un municipio con una gran riqueza de manantiales, preservados a lo largo de los años debido a su crucial importancia para el ganado y la vida diaria de sus habitantes. Además de las mencionadas, otras fuentes como Navarredonda, Becedillas, Hontanales, la fuente del Sauce, Rozaluna o Conejeros, contribuyen a enriquecer el patrimonio natural y cultural de Piornal, perpetuando su legado a lo largo del tiempo.
| 3 | Plaza del Palacio
En el pasado, ocupando este espacio se erigía el palacio que el obispo Pedro González de Acebedo, de la diócesis de Plasencia, mandó construir durante el siglo XV para disfrutar de los veranos. Tras el fallecimiento del obispo, el palacio quedó desatendido y pronto los lugareños comenzaron a erigir viviendas dentro de sus muros. Hoy en día, este lugar alberga una apacible plaza donde aún se conservan vestigios de aquel antiguo edificio señorial, como el escudo del obispado y la portada de estilo adintelado que da acceso al recinto.
En definitiva, Piornal, con su belleza natural y su legado histórico, es un destino que cautiva los sentidos y alimenta el alma, ofreciendo una experiencia inolvidable para los viajeros en busca de autenticidad y serenidad en lo más alto de Extremadura.