Un ambicioso y necesario programa de empleo en Castilla-La Mancha se ha presentado en una ceremonia conjunta en el Palacio de Fuensalida, la sede de la Presidencia del Gobierno regional. Este plan, resultado de la colaboración entre el Gobierno autonómico y las cinco diputaciones provinciales, cuenta con una financiación total de 73 millones de euros, de los cuales 48 millones provienen de los fondos regionales.
El presidente regional, Emiliano García-Page, encabezó la firma de los convenios junto a los presidentes de las administraciones provinciales de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo, demostrando así un enfoque regional unificado en la creación de empleo.
Este plan ha evolucionado considerablemente desde su concepción inicial en 2015, cuando se planteó como una medida de «choque» para abordar el desempleo en la región. García-Page recordó que en aquel momento, los solicitantes de empleo incluían profesionales altamente calificados, desde médicos hasta abogados, que buscaban trabajo de cualquier tipo.
Hoy en día, el desempleo en España presenta una paradoja: más de 3 millones de personas buscan trabajo mientras hay una demanda de más de 2 millones de empleos sin cubrir. La solución, según García-Page, reside en la formación, que ahora se ha incorporado al nuevo plan de empleo.
El compromiso busca favorecer la creación de empleo, con un enfoque especial en trabajadores con menos formación, desempleados de larga duración, jóvenes con escasa cualificación, personas con discapacidades y quienes se encuentran en situaciones de exclusión social. Además, se fomentará la contratación femenina, con un objetivo del 55% de los puestos de trabajo destinados a mujeres.
El plan también otorga prioridad a las áreas rurales y despobladas, donde encontrar trabajo es especialmente desafiante. Además de mantener una línea de plan de empleo tradicional, se han agregado dos nuevas vías. Una de ellas incorpora formación, ofreciendo un 30% de plazas para desarrollar competencias clave o certificados de profesionalidad en localidades con más de 5,000 habitantes.
La otra vía, denominada «cheque empleo», involucra a las empresas en la creación de empleo, adaptándose a las necesidades del mercado laboral. La consejera de Economía, Empresas y Empleo de Castilla-La Mancha, Patricia Franco, expresó su deseo de que estos acuerdos continúen beneficiando a la región y que representantes de diversas instituciones trabajen juntos en pro del interés general.
Con 133,000 desempleados en Castilla-La Mancha, el nuevo plan de empleo se propone fortalecer las perspectivas laborales de aquellos con menor formación, con una inversión de 73 millones de euros, contribuyendo a la creación de más de 7,000 puestos de trabajo en la región. Esta iniciativa aborda las necesidades de una sociedad diversa y promueve la igualdad de género y la inclusión en un esfuerzo por fortalecer la economía regional.