La ermita de ‘Nuestra Señora de la Antigua y de San Illán’ en Cebolla, Toledo, será declarada Bien de Interés Cultural (BIC) como monumento debido a su buen estado de conservación, su entorno natural y el uso de técnicas tradicionales, como la azulejaría talaverana en su interior. La consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, también ha destacado la calidad de las pinturas murales en el camarín de la Virgen, que se encuentran dentro de la ermita.
La ermita se encuentra en una plataforma elevada sobre la vega del río Tajo, a unos tres kilómetros de la villa, en un entorno caracterizado por el uso agrícola del espacio y la presencia de la ‘Fuente del Santo’, que está vinculada con la leyenda, la tradición y la religiosidad popular que la conecta con la vida, milagros y enterramiento de San Illán, hijo de San Isidro Labrador, en los inicios del siglo XII. La edificación actual es mucho más reciente, se reedificó una nueva ermita costeada por Fernando Martín, comisario del Santo Oficio, cuya obra finalizó el 4 de junio de 1632.
El edificio está configurado por una sola nave con crucero, cubierta con cúpula de media naranja sobre pechinas en el transepto y ábside plano. Sobre la cubierta, situada a los pies de la ermita se ubica una espadaña ejecutada en ladrillo, compuesta por un arquillo de medio punto, centrado y coronado por frontón triangular. En su interior, alberga la campana del siglo XVII.
La entrada principal se encuentra en los pies de la ermita donde se sitúa el atrio con tres arcos de medio punto, más alto el central. El lado sur está ocupado por un cuerpo, prolongación del atrio de la entrada y fachada principal, formado por siete arcos de medio punto.
Detrás del altar mayor, y con comunicación directa con él, se halla el Camarín de la Virgen, un espacio rectangular que ocupa todo el testero de la nave principal, desde el que se accede a la talla de la Virgen de la Antigua, patrona de la localidad. Según la tradición popular, la imagen procede del cercano castillo de Villalba, y se utiliza para las labores necesarias para su mantenimiento y veneración. Las paredes del camarín están profusamente decoradas con pinturas murales al temple que dibujan un trasfondo vegetal enmarcando cuadros fingidos con motivos iconográficos del ciclo mariano, como la Anunciación, la Anunciación a San Joaquín y Santa Ana, el ciclo de la Natividad, con las adoraciones de los pastores y de los Reyes Magos, la Huida a Egipto y la presentación en el Templo, y, por último, la Asunción de la Virgen. Además, también se encuentran representaciones no marianas, como las del Arcángel San Miguel y San Francisco de Asís.