Situado en un pintoresco cerro, junto al casco urbano de Guadamur, en la provincia de Toledo, el Castillo de Guadamur es una joya arquitectónica que destaca por su imponente estructura y su rica historia. Esta fortaleza, construida en el siglo XV, se la autorizó en 1468 la Corona a Pedro López de Ayala y Castañeda y más tarde la reformaron en tiempos de los Reyes Católicos para incluir avanzadas defensas militares. Sus muros han presenciado el paso de grandes figuras históricas, desde Juana la Loca y Felipe el Hermoso hasta el Cardenal Cisneros y Carlos V.
La villa de Guadamur y su riqueza cultural
El pueblo de Guadamur, donde se encuentra el castillo, tiene también un rico trasfondo histórico y cultural. Con su nombre de origen árabe (de “wadi”, que significa ría, y “murus” en latín, que significa muro), obtuvo el título de villa en 1471, y conserva hasta hoy su rollo jurisdiccional o picota en la plaza del municipio. Guadamur está hermanado con Vouille en Francia y Tournai en Bélgica, debido a un pasado común que enlaza a sus pobladores visigodos y francos, una conexión que refuerza la riqueza cultural de la localidad.
Pero Guadamur, es también conocido por sus festividades religiosas, como la de Santa María Magdalena, patrona del municipio, celebrada cada 22 de julio. Otras fiestas importantes son el 8 de septiembre en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Natividad y el 14 de septiembre en honor al Santísimo Cristo de la Piedad.
Aunque, además del atractivo histórico y cultural, Guadamur cuenta con productos locales de calidad que destacan en la gastronomía manchega. Entre los más representativos están el aceite de oliva y el queso manchego, productos estrella de la región que pueden encontrarse en la zona.
Castillo de Guadamur: una arquitectura singular
Hoy en día, el Castillo de Guadamur es uno de los mejor conservados de España, gracias a múltiples restauraciones que han revitalizado su esplendor original. Este refleja una notable influencia italiana en su arquitectura, con un diseño que combina fortaleza y elegancia. Cuenta con una estructura imponente que incluye la casa fuerte, la torre del homenaje, una barrera defensiva y un amplio foso seco que lo rodea. Destaca por su organización en torno a un patio central acristalado, que articula las cuatro plantas de la edificación.
Después, en el extremo occidental del castillo se erige la poderosa torre del homenaje, un símbolo de defensa y poder que mide 33 metros de altura. Esta torre está equipada con garitas macizas y muestra un diseño robusto que ha resistido los embates del tiempo y de los conflictos bélicos. Su función era esencial en la defensa de la fortaleza.
El castillo está rodeado por una barrera defensiva que permite un acceso controlado y seguro. Este recinto amurallado cuenta con un adarve en su parte superior, una pasarela defensiva que facilitaba el movimiento de las tropas y la defensa artillera. Además, la barrera está flanqueada por atalayas circulares con merlones —las características almenas defensivas— que, junto con los esperontes triangulares, lograban reducir los efectos del impacto de la artillería enemiga.
Cabe destacar que, el acceso al castillo se realiza por un puente levadizo que conduce a la entrada, la cual está flanqueada por borjes (torres defensivas). Sobre la entrada se alza un matacán decorado con el escudo familiar de los Condes de Asalto, quienes restauraron la fortaleza en el siglo XIX, asegurando su conservación hasta la actualidad.
¿Cómo llegar desde Talavera?
El Castillo de Guadamur es de fácil acceso desde Talavera de la Reina. La ruta más rápida es por la A-5 en dirección a Cazalegas y, desde allí, tomar la A-40 en dirección a Toledo. Al llegar a Toledo, toma la salida hacia CM-401 y sigue hasta la calle Natividad en Guadamur. El trayecto dura aproximadamente una hora, pero bien merece la pena, pues tanto el castillo como el entorno rural de Guadamur ofrecen un viaje en el tiempo a la época medieval española.