El Gobierno de Castilla-La Mancha ha dado un paso firme hacia la mejora de la calidad educativa al prohibir oficialmente el uso de teléfonos móviles en las aulas, con excepción de algunos casos bajo estricta supervisión docente. Esta nueva normativa, publicada en el Diario Oficial de la región, marca un cambio significativo en las políticas educativas del curso 2024/2025, con el objetivo de fomentar un entorno de aprendizaje más concentrado y libre de distracciones.
Una prohibición clara por parte de Castilla-La Mancha
La nueva disposición establece que, como norma general, los estudiantes de Educación Infantil y Primaria no podrán llevar dispositivos móviles a los centros educativos. Esta medida busca reducir las distracciones y mejorar la atención y participación en el aula desde las primeras etapas de la educación, favoreciendo un ambiente más propicio para el aprendizaje.
Pero, para los estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Régimen Especial, la normativa permite el uso de teléfonos móviles únicamente con fines pedagógicos y bajo la estricta supervisión del personal docente. Es decir, que el móvil podrá ser utilizado como herramienta educativa, pero siempre dentro de un contexto controlado, garantizando que su uso esté alineado con los objetivos del aprendizaje.
Las instituciones educativas de Castilla-La Mancha tendrán la autonomía para adaptar estas normas a sus necesidades específicas, regulando el uso de dispositivos móviles y otras tecnologías en sus Normas de Organización, Funcionamiento y Convivencia. Además, podrán valorar y permitir excepciones en circunstancias justificadas, siempre que estas se ajusten a los criterios educativos establecidos por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes.
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