La reconfiguración del eje comercial de Alfares y Marqués de Mirasol en Talavera de la Reina ha concluido, pero la incertidumbre persiste sobre si se convertirá en una zona exclusiva para peatones o se permitirá la circulación vehicular. El portavoz del equipo de Gobierno, Jesús García-Barroso, anunció en la Junta de Gobierno Local que actualmente se están considerando ambas opciones: la posibilidad de destinar estas calles del centro de la ciudad exclusivamente para peatones o permitir la convivencia con el tráfico rodado.
Esta postura marca un cambio con respecto a la propuesta inicial presentada por el gobierno anterior, que abogaba abiertamente por priorizar al peatón sobre el automóvil, aunque se aseguraba la compatibilidad de todos los tránsitos.
García-Barroso abordó este tema tras informar sobre la aprobación, de manera urgente, del contrato mixto de suministro y obra para implementar la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Talavera. Este proyecto, cofinanciado en un 90 por ciento por los Fondos Next Generation EU, se espera que esté completado en el primer semestre de 2024.
El contrato de la ZBE, después de desestimar el recurso especial de ‘Sociedad Ibérica de Construcciones’, ha sido adjudicado a la empresa ‘Estacionamientos y Servicios S.A.U’, con un importe de 896,234.70 euros y un plazo de ejecución de seis meses. La ZBE abarcará el casco histórico de la ciudad e incluirá 23 cámaras de control de acceso, 11 paneles de señalización variable y cinco estaciones de medición de calidad de aire, junto con una Plataforma de Gestión de la ZBE.
Además, durante los primeros meses de 2024, se llevará a cabo un proceso participativo que involucrará a la sociedad talaverana, buscando recopilar información, opiniones y la participación ciudadana para garantizar que el espacio de tránsito resulte lo más acertado posible y satisfaga los intereses de todos los involucrados en esa zona, según afirmó el portavoz municipal.