A pesar del debate constante, en España aún continuamos el ritual de cambiar la hora dos veces al año, marcando la transición entre el horario de verano y el de invierno. El próximo cambio de hora en 2023 está programado para el 29 de octubre. La aguja del reloj deberá atrasarse una hora, lo que significa que cuando sean las 03:00 horas de la madrugada, deberán ajustarse a las 02:00 horas.
El horario de verano en España suele dar inicio en la madrugada del último domingo de marzo y culmina en el último domingo de octubre. ¿Por qué continuamos realizando esta práctica? ¿Qué dice la normativa europea al respecto?
El fundamento detrás del cambio de hora radica en fomentar el ahorro energético al adaptar la jornada laboral a las horas de luz solar disponibles. En España, el horario de verano fue introducido por primera vez en 1918 por motivos económicos, en respuesta a la escasez de carbón ocasionada por la Primera Guerra Mundial y con la finalidad de sincronizar el horario con el de naciones vecinas.
El Real Decreto 236/2002 establece los cambios horarios que se aplicarán hasta el año 2026. A pesar de que diversas investigaciones sugieren que el cambio de hora tiene un impacto económico limitado en la actualidad, debido a las nuevas tecnologías, sí genera consecuencias negativas en la salud de muchas personas. Esto llevó a la Comisión Europea a anunciar su intención de poner fin a esta práctica de manera definitiva en 2019, permitiendo a cada país europeo elegir su horario preferido para todo el año.
Después del cambio de hora del 29 de octubre, el sol se pondrá alrededor de las 08:30 horas y se ocultará a las 19:04 horas. Gradualmente, iremos perdiendo horas de luz hasta llegar al día más corto del año, el 22 de diciembre.
