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miércoles, abril 24, 2024
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Aranjuez, una ciudad de distinguida historia real a hora y media de Talavera

Uno de los lugares reales de la monarquía española desde que Felipe II lo designara en 1560, también ostenta el título de Villa desde 1899. Por esta razón, se conoce como Real Sitio y Villa de Aranjuez. Fue declarado Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001. Y hoy, haremos una visita por su gran historia y por cada lugar destacado que visitar.

¡Vamos allá!

Una historia de alta cuna

Los monarcas en Aranjuez

Aranjuez alcanzó su máximo esplendor como Sitio Real en el siglo XVIII bajo el reinado de los Borbones. Fue durante este tiempo, con la Corte viajera que visitaba los Sitios Reales año tras año con una puntualidad sorprendente y una lealtad inquebrantable, cuando Aranjuez vio cómo su fisonomía se transformaba gradualmente, convirtiéndose en algo muy diferente a lo que había sido proyectado por su fundador, Felipe II. A él se debían los primeros desmontes, la planificación de avenidas y plazas ajardinadas, y sobre todo, las canalizaciones para el riego que convirtieron el lugar en el vergel que es hoy en día el Sitio de Aranjuez.

Los orígenes de la Villa de Aranjuez

La villa de Aranjuez comenzó a tomar forma en su trazado actual durante el reinado de Fernando VI. Quien ordenó el trazado de un nuevo asentamiento. A lo largo de los años, la ciudad se ha desarrollado sobre ese plano. Es cierto que desde el siglo XVI se habían construido varias casas junto al palacio para alojar a los criados. Pero esas viviendas permanecían cerradas cuando los reyes abandonaban Aranjuez. Muchas de ellas eran construcciones tipo cabaña y semienterradas. Y se cuenta una anécdota sobre un carruaje que atravesó el techo del comedor de la casa del Nuncio. Por lo tanto, su aspecto no debía ser demasiado atractivo.

¿Qué ver en Aranjuez?

|1| Palacio Real

Palacio Real.

El Palacio Real de Aranjuez, es una imponente residencia de la familia real española. Situado en el Real Sitio y Villa de Aranjuez, en la Comunidad de Madrid. Esta magnífica construcción, administrada y mantenida por Patrimonio Nacional, se encuentra en un entorno natural privilegiado, a orillas del río Tajo.

En el año 1561, Felipe II, retomando un antiguo proyecto de su padre, el Emperador Carlos, ordenó la construcción de un nuevo edificio que reemplazaría a la antigua residencia maestral de Aranjuez. Y que sería el antecedente del actual Palacio Real ribereño. El arquitecto Juan Bautista de Toledo fue el encargado de diseñar los planos. Y la construcción comenzó con la capilla, que posteriormente fue finalizada por Juan de Herrera.

Durante el reinado de Carlos III, el Palacio Real de Aranjuez fue ampliado. Francisco Sabatini fue el arquitecto responsable de las alas de poniente, que delimitan lateralmente la imponente Plaza de Armas. En el extremo del ala derecha se levantó la capilla actual. Decorada por Bayeu, aunque el teatro que estaba planeado para el ala izquierda no se llegó a construir.

El aspecto exterior del Palacio Real de Aranjuez se distingue por su combinación de colores blanco. Proveniente de la piedra de Colmenar utilizada en su construcción, y rojo, presente en los ladrillos de sus muros. En la fachada del edificio, excepto en su cuerpo central, se suceden ventanas en el piso inferior y balcones en el piso superior, rematados por una balaustrada. El cuerpo central, que cuenta con un nivel adicional, presenta un frontón con el escudo de Fernando VI. Sobre el cual se encuentran las estatuas de los reyes Felipe II, Felipe V y Fernando VI, según el diseño de Bonavía.

La dirección del Palacio Real de Aranjuez es Pl. de Parejas, s/n, y el número de contacto es 918 91 13 44.

|2| Casa del Labrador

Casa del Labrador.

Dentro del Jardín del Príncipe se encuentra la impresionante Real Casa del Labrador. Una edificación neoclásica que forma parte de las residencias de la familia real española. Aunque se trata de un palacete destinado a fines recreativos y no residenciales, su belleza y esplendor son innegables.

El diseño de la Real Casa del Labrador estuvo a cargo de Juan de Villanueva. Aunque las obras fueron interrumpidas durante la Guerra de la Independencia y posteriormente retomadas bajo el reinado de Fernando VII, bajo la dirección de Isidro González Velázquez. Villanueva concibió el edificio como parte integral del jardín, inseparable de su propio concepto. La incorporación de la arquitectura en el paisaje recupera la idea de la vida en el campo y el entorno rural. Como se evidencia en su propio nombre. Aunque el propósito de la construcción va más allá de un simple capricho, convirtiéndose en un verdadero palacio recreativo.

La obra sigue los cánones clásicos, aunque presenta elementos ornamentales notables, como guirnaldas, que alejan a este capricho arquitectónico de la sobriedad formal del neoclasicismo. Destaca la disposición de la planta en forma de U, una tipología previamente explorada en las villas renacentistas, que buscaban su integración con la naturaleza.

En el interior de la Real Casa del Labrador, se encuentran estancias destacadas. Como la Sala de Billar, el Salón de Baile y el Salón de María Luisa, que aportan un atractivo especial al conjunto arquitectónico.

|3| Museo de Falúas

Muestra del museo.

Ubicado en el Jardín del Príncipe, cerca del embarcadero y reconstruido en 1966 según el proyecto de Ramón Andrada, se encuentra un impresionante museo de embarcaciones que formaban parte de la flota utilizada por los reyes de España. Se usaban para navegar por el río Tajo e incluso por el Mar de Ontígola.

Entre todas las embarcaciones, destacan dos en particular. La primera es la falúa que perteneció a Carlos IV. La cual fue creada en Cartagena y decorada por Salvador Maella, siendo una verdadera obra de arte. La segunda es la antiquísima góndola que se remonta al periodo de Carlos II en el siglo XVII, aunque se asocia comúnmente con Felipe V. Además, en el museo se pueden apreciar pinturas relacionadas con la escuadra española del siglo XIX. Así como un conjunto de cañones de bronce provenientes del reinado de Fernando VI y varios utensilios utilizados en la navegación de falúas.

El Museo de Embarcaciones se encuentra en el Jardín del Príncipe, y su dirección es Jardín Del Príncipe, s/n. Para más información, se puede contactar al número 918 91 13 44.

|4| Jardín del Príncipe

Jardín del Principe.

El Jardín del Príncipe es un lugar histórico de una gran belleza, ubicado en Aranjuez, entre la calle de la Reina y el río Tajo. Este maravilloso espacio verde fue creado por el rey Carlos IV. Quien logró unificar varios diseños previos en un único diseño paisajístico, dando como resultado un conjunto armonioso y espectacular.

El jardín se compone principalmente de un diseño paisajista, pero también incluye otras manifestaciones de jardín. Además, en su perímetro se encuentran obras de la época de Fernando VI, como el embarcadero. Este embarcadero era el punto de partida para los festivos recorridos en barco que organizaban Fernando VI y Bárbara de Braganza. Desde allí partían las lujosas embarcaciones barrocas llamadas falúas. Las que la Familia Real y la Corte paseaban por el río Tajo mientras eran deleitados por los cantos de Farinelli.

En términos cronológicos, el área más antigua del jardín se encuentra en el oeste. En ese lugar se encuentra la Huerta de la Primavera. Cuyos orígenes se remontan a Felipe II, y que fue integrada al gran conjunto durante la época de Fernando VI, con la intervención de los Boutelou, una familia de jardineros franceses.

Las fuentes son elementos destacados en el jardín, y en su mayoría presentan temáticas mitológicas. Muchas de estas fuentes fueron diseñadas por González Velázquez. Entre las más destacadas se encuentran las fuentes de Apolo y Narciso, donde la representación de los personajes está enmarcada en una estructura arquitectónica clásica. Su ubicación estratégica en el jardín, aprovechando las perspectivas y los encuadres, les otorga un relieve especial.

|5| Teatro Real

Teatro Real.

El Teatro de Aranjuez fue construido en el año 1768 por orden del rey Carlos III. El encargado de llevar a cabo este proyecto fue el arquitecto Jaime Marquet.

El edificio contaba con una fachada porticada que presentaba cinco arcos de ladrillo. En el frontispicio se colocó un grabado con una inscripción de Juan de Iriarte, Oficial Mayor de la Secretaría de Estado, que decía lo siguiente:

«Rudos deliciis urbana adjecta. Voluptas Jussu CAROLI TERTII. Anno MDCCLXVIII»

Esta inscripción, en esencia, señalaba que en Aranjuez se unían las delicias del campo con los placeres de la ciudad. Haciendo referencia al rey que lo mandó construir y al año de su inauguración.

Debido a la proximidad del rey, no se escatimaron gastos, lo que resultó en un magnífico edificio diseñado con gran esmero.

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