Un sorprendente suceso ha tenido lugar en Toledo, donde un caimán de casi un metro de longitud fue avistado en una balsa de riego en una finca de Yunclillos. El dueño de la propiedad alertó a las autoridades y se inició una operación de rescate a cargo del Servicio de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y miembros de Zoo Koki y Safari Madrid. Sin embargo, durante la maniobra, el caimán logró morder a uno de los rescatadores.
Tras recibir el aviso, la patrulla del Seprona de Illescas se dirigió al lugar y confirmó que se trataba de un ejemplar macho de caimán de anteojos, de unos 95 centímetros de longitud, en buen estado de salud según los estudios veterinarios.
La siguiente fase consistió en encontrar una empresa especializada que pudiera encargarse del rescate. Zoo Koki y Safari Madrid fueron contactados, y se conformó un equipo multidisciplinario para llevar a cabo la operación de rescate en la balsa de riego, la cual medía 150×40 metros y tenía una profundidad de 3 metros. Después de varios intentos y con uno de los rescatadores sufriendo una leve herida en la mano, finalmente el caimán fue capturado a las 22:00 horas del pasado lunes y trasladado a las instalaciones de Safari Madrid, donde se encuentra bajo su custodia.
Fuentes de la Guardia Civil de Toledo han informado que el caimán no contaba con un chip identificativo, por lo que los agentes del Seprona de Illescas han iniciado una investigación para determinar su procedencia y depurar las responsabilidades de su propietario.
Una de las hipótesis que se manejan es que el caimán podría haber sido una mascota traída ilegalmente a España y posteriormente abandonada en la balsa.
El caimán de anteojos es una especie de reptil carnívoro que habita en cuerpos de agua dulce, ciénagas y pantanos del sur de México, Centroamérica y el noroeste de América del Sur. Los machos pueden alcanzar entre 1,8 y 2,5 metros de longitud, lo que indica que este ejemplar en particular aún no ha alcanzado su madurez.
