Esta es la pregunta que nos estamos haciendo todos los españoles ahora mismo; y sí, es la respuesta. Los indultos son el peaje que tiene que pagar el presidente de España, el señor Sánchez, a sus socios, para seguir estando en La Moncloa. Además, hay que recordar que este señor, en campaña electoral y en muchas de sus intervenciones, mítines, ruedas de prensa etc. decía y dejaba claro, una y otra vez, “no” a los indultos a aquellos que habían intentado romper el Estado y defendía que tenían que ser juzgados… Pero hoy esas palabras se quedan en eso, en palabras vacías y huecas. Su objetivo: mantener su sillón en La Moncloa, y para ello necesita a sus socios separatistas, esos mismos que quisieron romper España, esos que han conseguido dividir y enfrentar a nuestro país y esos mismos con los que en campaña electoral Sánchez era implacable.
Con todo esto, lo que está demostrando nuestro presidente es que le importa muy poco España y que, por supuesto, no es de fiar. Tampoco le importa lo que pensemos lo españoles o lo que piense la justicia. No le importa hacer ver ante los ojos de todos los españoles que él defiende que la justicia no es igual para todos o que la Constitución española que juró proteger no significa nada para él. Lo único que le importa a Sánchez es seguir siendo, a cualquier precio, presidente de España, y seguir concediendo privilegios a todos aquellos que quieren desmembrar nuestro país. Este es el nivel y la calidad humana de nuestro presidente.
Y yo me pregunto. ¿Qué valor tiene la sentencia del Tribunal Supremo? El Tribunal Supremo se opone a conceder el indulto a los doce presos por el procés y los magistrados consideran que la petición de la medida de gracia persigue que el gobierno anule la sentencia del alto tribunal contra los políticos independentistas. Lo dicho, a cualquier precio.