Es uno de mis temas favoritos del grupo Queen. Su letra invita a la reflexión, a la introspección y en última instancia a perseverar en la trascendencia.
Y he de reconocer que durante estos meses de pandemia la he tarareado con bastante frecuencia. Porque tal y como tan acertadamente afirma el título de la canción: “El show debe continuar”. En este caso, el show de la vida. Porque si algo ha hecho la COVID, es colocarnos a todos en un brete. En una situación inusual, sobrevenida de inmediato y a la que durante meses –al menos sanitariamente hablando- se ha dado respuesta mediante el método de ensayo y error. Pero a pesar de las dificultades, hemos tenido que seguir adelante.
Arrancamos la última hoja del calendario y miramos atrás en el año. Muchas de nuestras costumbres habituales han cambiado durante todo este tiempo. Es posible que nos hayamos visto abocados a ser más conscientes de nuestras verdaderas prioridades. Que hayamos experimentado sensaciones desconocidas hasta el momento. Habrá habido ratos en los que nos habremos sentido especialmente vulnerables y en otros paradójicamente vivos.
Hemos tenido que decir “adiós” desde la distancia sin un cuerpo inerte cerca al que poder velar. Durante demasiado tiempo hemos aceptado convivir con las mascarillas puestas, la distancia personal, con el vernos privados de los besos y los abrazos a nuestros seres queridos, de las confidencias bien arrimados al abrigo de un bar, de los conciertos multitudinarios y de la sensación de ser realmente libres. Hemos “sucumbido” a tener que escuchar todos y cada uno de los días de la semana hablar de las vacunas en los telediarios y de las cuarentenas domiciliarias. Términos como “incidencia” o test de antígenos han pasado a formar parte de nuestro vocabulario habitual y seguro que muchos han tenido por primera vez conciencia de que la vida en el conjunto de la tierra funciona igual que el batir de las alas de una mariposa.
Pero sea como fuere, y tal y como magistralmente interpretaba Freddy Mercury con su torrente de voz y su siempre espectacular puesta en escena: “el show debe continuar”.