Caminando por la Corredera del Cristo y viendo cada uno de los viejos escaparates vacíos, reflexionamos. Como, las anécdotas de toda una vida se esfuman cada vez que un negocio cierra sus puertas. Pero también existen negocios atemporales, que resisten hasta los tiempos más duros y nos hace sentirnos como en casa, como la vieja Espartería de Juan.
“La Espartería no duerme ni de noche ni de día”, Según Juan, estas palabras son la clara definición de la tienda que ha construido todos estos años, con ayuda de su familia. Algo que nos hace ver que la dedicación de estos hacia la misma ha sido total.
Desde muy pequeño, Juan, recuerda la famosa calle de la Corredera del Cristo como un lugar muy transitado, y lleno de vida. A esto se le unen las horas, días y años, trabajando el esparto en la calle, como si de su taller se tratase.
Desde niño, se dedicó a la labor de producir con esparto, siendo aprendiz de la espartería más antigua de la ciudad. Esto nos hace ubicarnos hace 50 años atrás, donde el trabajo con esparto nace de la necesidad de la vida diaria.
En esa época, su labor se dirigía a crear productos para el campo, para la ganadería, y hasta para el día a día de las familias.
DE TODA LA VIDA
Después de nutrirse, Juan, decidió abrir su propio taller, donde el factor familiar era primordial para llegar a conseguirlo. Tras esto, nació La Espartería que hoy en día conocemos. Una tienda dedicada a la fabricación de productos creados a mano con fibra vegetal. Y, caracterizada por su producción ecológica y el valor del producto artesanal de Talavera de la Reina.
Lleno de nostalgia, nos menciona que su pasión y dedicación hacia la profesión, viene desde niño. Y, que cada paso que dio para crear esta empresa ha sido involucrándose laboral y personalmente. Debido a esto, David su hijo, nació, creció y caminó por primera vez en la espartería. Mamando desde la infancia la labor que apasionaba a su padre.
Esto le hizo introducirse en el negocio familiar desde muy joven, el cual, dio una vuelta de tuerca a una labor tan antigua.
En la actualidad, David, después de 6 años gestionando la empresa codo con codo con su padre, reconoce que el valor que quieren transmitir a cada uno de sus clientes, es el cuidado del pasado que nos guarda.
Gracias a empresas como esta, Talavera se sitúa en un lugar privilegiado. Teniendo gente que cuida la tradición y orienta su vida a perseverar la historia de la propia ciudad.
Para terminar, y como bien nos ha comentado David y Juan, a veces hay que apostar por un sueño o una pasión. Como hace casi 25 años apostaron ellos, nos deja vulnerables ante los errores, pero dedicarse todos los días a su pasión, reconstruye a cualquiera.
DÓNDE ENCONTRARLOS
Tras su historia, solo nos queda invitaros a su hogar, en la calle Corredera del Cristo 12 o visitar sus redes sociales: La Espartería Talavera. Estarán dispuestos a crear cada idea que le propongáis.