
A la hora de resaltar los rasgos preferidos y la propia belleza, algunos aspectos tales como los labios, los ojos y las cejas cumplen un rol fundamental. Por eso, lo que muchas personas buscan es alcanzar una apariencia definida y atractiva en dichas áreas, habiéndose convertido la micropigmentación en una técnica cada vez más popular para ello. Por eso, si estás buscando un tratamiento de micropigmentación en Madrid, a continuación te contamos todo lo que tienes que saber sobre este procedimiento.
¿En qué consiste la micropigmentación?
Siguiendo lo mencionado con anterioridad, podemos definir a la micropigmentación como un procedimiento estético que consiste en implantar pigmentos de color en la piel para dar forma a las cejas, tapar imperfecciones y mejorarlas estéticamente. También se puede aplicar en zonas como los ojos o los labios, o también para dibujar pecas de forma semipermanente.
Este procedimiento suele recibir el apodo de “maquillaje permanente”, pero es importante entender que no es literal, debido a que hay factores que pueden decolorar el pigmento con el tiempo, como es el caso del envejecimiento natural de la piel o la exposición frecuente al sol.
¿Cómo se diferencia del microblading?

Para entender esto mejor, es muy importante entender la diferencia entre micropigmentación y microblading. Si bien es cierto que los dos tienen el objetivo de embellecer las cejas, ambos procedimientos emplean técnicas diferentes.
El microblading es una técnica que tiene su origen en un tipo de tatuaje tradicional japonés que consiste en dibujar pelo a pelo la forma de las cejas, usando para ello una pequeña pluma de metal. Mientras tanto, la micropigmentación usa un dermógrafo, que es un aparato eléctrico profesional con una aguja que es la encargada de implantar el pigmento.
Una de las principales diferencias entre ambas posibilidades radica en la profundidad de la implantación del pigmento. Mientras la micropigmentación penetra de forma más profunda en la piel, entre la dermis y la epidermis, el microblading es más superficial, penetrando solamente en la epidermis. Por eso es que la micropigmentación se suele conocer como el “maquillaje permanente”. En lo que refiere a la duración, si el microblading suele durar entre 8 y 12 meses, la micropigmentación puede durar hasta 2 o 3 años.
Principales beneficios de la micropigmentación

Una de las principales ventajas de la micropigmentación tiene que ver con el ahorro de tiempo, debido a que evita las jornadas de maquillaje de ojos, labios o cejas de cada día. Además, desaparece el miedo a que el maquillaje se salga o quede desprolijo al ducharse, caminar bajo la lluvia o hacer una actividad deportiva. Pero los beneficios van más allá de la comodidad, debido a que la micropigmentación también se usa con fines estéticos para realzar, corregir o embellecer estas zonas del rostro, definiendo también su forma y rellenando huecos.
Por otro lado, podemos decir que la micropigmentación es ideal para las personas que han perdido vello en las cejas debido a motivos de estrés, salud, tratamientos de quimioterapia o problemas hormonales, entre otras posibilidades. También contribuye a corregir imperfecciones vinculadas con la alopecia o la falta de vello en determinadas zonas.
Además, en el ámbito médico la micropigmentación se suele usar para tratar cicatrices, corregir los labios leporinos y también para restaurar la pigmentación de la areola del pecho, la cual puede perderse tras algunas cirugías. Otro de sus beneficios tiene que ver con su uso para personas que padecen de alergia al maquillaje y no quieren verse condicionadas por ello o que poseen limitaciones físicas que les impiden maquillarse por su cuenta.
En conclusión, la micropigmentación ofrece diversas soluciones para una muy amplia gama de necesidades prácticas, estéticas y de salud.