La Navidad en Talavera de la Reina ha generado un intenso debate entre sus ciudadanos y representantes políticos. Según el Grupo Municipal Socialista, las festividades estuvieron marcadas por una falta de inversión y planificación que dejó un sabor amargo entre los vecinos. Pese a las carencias, la participación activa de los talaveranos salvó el espíritu navideño. Bellón
Críticas a la iluminación y programación navideña
La viceportavoz del Grupo Socialista, Flora Bellón, no dudó en calificar la Navidad en Talavera como “de tercera”. Entre los aspectos más cuestionados destacó la escasez de luces navideñas, que según Bellón, «fueron insuficientes para una ciudad del tamaño e importancia de Talavera». Además, comparó la decoración con localidades más pequeñas que ofrecieron una iluminación más llamativa y atractiva.
La programación navideña tampoco escapó a las críticas, siendo tildada de escasa y poco ambiciosa. «La falta de actividades dejó pocas opciones para atraer turismo o fomentar el comercio local durante una época clave para la economía de nuestra ciudad», señaló Bellón.
Una Cabalgata de Reyes «pobre» según comenta Bellón
Pero uno de los momentos más esperados de las fiestas, la Cabalgata de Reyes, también recibió comentarios negativos. La viceportavoz socialista la describió como “pobre” y lamentó que solo haya salido adelante gracias al esfuerzo de las asociaciones, colectivos y ciudadanos que participaron activamente.
“La magia de la Navidad en Talavera no se logró gracias a la gestión municipal, sino al compromiso y la implicación de su gente”, aseguró Bellón, quien subrayó la importancia de la Cabalgata como evento central para la comunidad.
Llamado a la autocrítica y mejora para el futuro
Desde el Grupo Socialista, se ha instado al Gobierno local y a la concejala del área, Maipi Guerrero, a realizar una reflexión profunda y aceptar las críticas constructivas para mejorar las próximas celebraciones. Además, recordó que las actividades navideñas no solo tienen un impacto en la calidad de vida de los vecinos, sino también en la economía local. Unas festividades bien organizadas y atractivas pueden ser un motor para atraer visitantes, incentivar el consumo en comercios y reforzar el tejido hostelero.
