La Sierra de San Vicente, situada en la provincia de Toledo, esconde joyas naturales increíbles para los amantes de la naturaleza y senderistas. Entre ellas, destaca el desafiante recorrido de Cabeza del Oso y Pelados, un sendero que combina exigencia física, paisajes cautivadores y una conexión íntima con la biodiversidad local. Esta ruta, marcada por desniveles pronunciados y vistas espectaculares, es un recorrido obligado para quienes buscan una experiencia enriquecedora en pleno contacto con el entorno. magia
Una ruta con mucha magia para retar tus límites
La ruta Cabeza del Oso y Pelados comienza con una subida intensa que te llevará a enfrentar un desnivel de 600 metros desde el pueblo de El Real de San Vicente hasta el vértice del Monte Pelados. Este primer tramo exige resistencia, pero la recompensa viene en forma de vistas panorámicas y una profunda conexión con el entorno natural.
Después, a medida que ganas altura, notarás cómo cambia el paisaje. A menor altitud, bosques de castaños centenarios dominan la escena, especialmente hermosos en otoño, al ascender, la vegetación se diversifica, encontrando robles, encinas y matorrales adaptados al clima más frío y finalmente, en la cima, el paisaje se abre, ofreciendo vistas despejadas de la Sierra de Gredos y las formaciones circundantes.
Además, el sendero está identificado como PR-TO 21, con marcas blancas y amarillas y parte del recorrido coincide con la Senda de Viriato (GR-63), un camino de gran recorrido vinculado a la historia del líder lusitano que luchó contra Roma.
El paso a paso del viaje
El recorrido comienza en la Plaza de España de El Real de San Vicente. Desde aquí, tomas la Calle Rafael Sánchez en dirección norte. En este punto inicial, ya te encuentras con el primer panel informativo de la ruta, ubicado junto a unos antiguos lavaderos y una fuente pintoresca.
Después, siguiendo el Camino del Bonal, te acompaña el sonido del arroyo cercano y la sombra de los bosques de castaños, y durante este tramo, destaca la imponente presencia de un castaño centenario y la Fuente Fría, puntos que invitan a una breve pausa para admirar el paisaje.
El camino continúa ascendiendo hasta alcanzar el Pico de San Vicente (1.223 m), donde se abre un pequeño tramo llano. Desde aquí, puedes divisar el Cerro de San Vicente o Monte de Venus, cargado de historia. Después, una pista forestal te lleva al Monte Pelados (1.331 m). El ascenso final a su cima ofrece unas vistas espectaculares de la comarca y los alrededores.
Finalmente, el descenso del Pelados se realiza a través del paraje del Saucejo, un área de gran belleza natural con lanchales que actúan como miradores. Desde el collado, comienza el último ascenso hacia Cabeza del Oso (1.101 m). La cima es un mirador natural que ofrece vistas inigualables hacia la Sierra de Gredos. El descenso por la vertiente sur es más técnico y requiere atención para encontrar las marcas. Al llegar al pueblo, la ruta te guía por la Travesía de Vallejuelo y las calles centrales hasta regresar a la Plaza Mayor.
Ya sea que busques un reto personal o una conexión más profunda con la naturaleza, este sendero te invita a explorar uno de los secretos mejor guardados de la provincia de Toledo. ¡Atrévete a descubrirlo y lleva contigo recuerdos imborrables! magia
