«Tragar por naturaleza» – por Javier Gil
Cuando Sodoma y Gomorra pecaron y elevaron a lo natural la infracción de las normas divinas se les castigó con una lluvia de fuego que destruyó para siempre las dos ciudades bíblicas. En tiempos de Roma, algunas ciudades hispanas no quisieron someterse al poder del Imperio y a sus habitantes se les castigó con la espada. Hoy en día el castigo político no es tan apocalíptico pero sin embargo en algunos asuntos puede ser terrible e incluso provocar por omisión la muerte de ciudadanos. tragar por naturaleza
Durante las pasadas elecciones municipales, la mayoría de los ciudadanos de Talavera decidieron dar el gobierno de la ciudad a los partidos de centro y derechas. Tal afrenta nunca la ha asumido ni el PSOE ni la Junta de Comunidades de Castilla -La Mancha y por ello han decidido castigar a Talavera.
No se puede explicar, si no, el porqué se ha paralizado totalmente el desdoblamiento de las entradas a Talavera. Tampoco podemos comprender porque el hospital tiene los medios más precarios, el menor personal y el menor número de camas y especialidades de todos los hospitales de Castilla -La Mancha. No nos creemos la patraña de que se va a retrasar el Centro de Salud de la Plaza del Pan porque la Confederación del Tajo dice que los módulos provisionales no se pueden poner en el centro de educación vial de la Ronda del Cañillo. Es tremendo decir que el nuevo edificio de la Universidad tardará cuatro años simplemente en presentar los planos o es de risa creerse que se retrase sine día la plataforma logística.
No somos tontos, y sabemos que todo esto no es más que un castigo a los talaveranos por no haber dado la mayoría al partido del régimen. Así que desde el palacio de Fuensalida han optado por el – “A Talavera… ni agua”