Situado al suroeste de la provincia de Ávila, en el límite con Salamanca y Cáceres, El Barco de Ávila es una localidad llena de encanto e historia. Flanqueada por la majestuosa Sierra de Gredos y atravesada por el río Tormes, esta villa destaca no solo por su paisaje, sino también por su rico patrimonio arquitectónico y cultural. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, El Barco de Ávila combina tradición, leyendas y naturaleza, lo que la convierte en un destino imprescindible para los amantes de la historia y la cultura.
Patrimonio arquitectónico de EL Barco de Ávila
En el corazón de la villa se encuentra la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, un edificio cuya construcción se inició en el siglo XII, pero que fue reformado en los siglos XIV y XV. Este templo recuerda a la Catedral de Ávila, y su diseño podría estar influenciado por los maestros abulenses de la época.
- El Ábside y la Espadaña del Reloj: En su estructura destaca el ábside coronado por una espadaña, conocida como el «reloj suelto».
- La Capilla del Inquisidor: Fundada en 1506, cuenta con una bóveda de terceletes que enmarca el sepulcro del inquisidor, decorado con inscripciones que recuerdan su legado.
- Órgano Barroco y Coro: Un impresionante órgano barroco se sostiene sobre un robusto arco carpanel, añadiendo un toque artístico único.
Además, el museo parroquial ubicado en la Sacristía y la Sala Capitular permite a los visitantes explorar objetos religiosos y conocer más sobre la historia de la iglesia.
Después, dominando el valle desde su posición estratégica, el Castillo de Valdecorneja es una de las construcciones más icónicas de El Barco de Ávila. Su origen se remonta al siglo XII, aunque fue se reconstruyó en el XIV. Hoy en día, el castillo es un símbolo del pasado histórico de la villa y un lugar que invita a imaginar las leyendas que alberga.
También hay que nombrar, la Ermita del Cristo, un lugar envuelto en leyendas. Según la tradición, un Cristo de madera apareció misteriosamente en la orilla tras una crecida del río en el siglo XIII. Después de varios intentos fallidos de trasladarlo a la iglesia parroquial, los lugareños construyeron esta ermita para venerarlo.
Patrimonio urbano de la localidad
El puente medieval que cruza el Tormes es una obra maestra de la arquitectura romana, con sus robustas pilas de sillares almohadillados y ocho arcos de diferentes tamaños. Se cree que fue construido originalmente por los romanos para conectar las calzadas que atravesaban esta región estratégica.
Tampoco hay que olvidarse de las murallas medievales. Estas, aunque en su mayoría desaparecidas, aún dejan entrever partes del trazado original que rodeaba la villa. Su diseño pentagonal fue obra de Don Ramón de Borgoña en el siglo XII, al igual que las murallas de Ávila y Salamanca.
El Arco del Ahorcado, cargado de leyendas, es otro de los puntos más emblemáticos. Se dice que allí se realizaban ejecuciones públicas, y su nombre sigue evocando historias de tiempos oscuros.
También podemos encontrar la Cas del Reloj, que alberga ahora la oficina de turismo y exposiciones temporales. El edifico de la cárcel, construido en 1652, albergó el juzgado y la cárcel de la villa. Restaurado recientemente, hoy es la sede de la biblioteca municipal y varias salas de exposiciones.
Finalmente y otra las muchas paradas en la localidad, encontramos la casa de los balcones y la casa de recaudación.
Calles y rincones con encanto
La Calle de la Gallareta es famosa por ser la más corta y estrecha de la localidad. Aunque pequeña, está llena de historia: antiguamente albergaba criaderos de gallos y fue escenario de enfrentamientos durante la invasión francesa, lo que le valió el apodo de «Callejón de los Combates».
¿Cómo llegar hasta El Barco de Ávila?
Desde Talavera de la Reina, el trayecto hasta El Barco de Ávila dura aproximadamente dos horas:
- Toma la N-502 hacia AV-941 en San Martín del Pimpollar.
- Gira hacia la AV-941 siguiendo las indicaciones hacia San Martín del Pimpollar/El Barco de Ávila.
- Continúa por la N-110 y sigue hacia la Calle Pedro de Lagasca.
Aunque el viaje sea largo, la riqueza histórica y cultural de la villa hace que merezca la pena.