El último informe sobre privatización sanitaria en España, elaborado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) y titulado «La Privatización Sanitaria en las Comunidades Autónomas 2024», revela que CLM se encuentra entre las regiones con menor grado de privatización sanitaria, ocupando el tercer lugar en este ranking.
Así, el presidente regional Emiliano García-Page ha destacado en sus redes sociales que «la sanidad pública es bandera de Castilla-La Mancha. Estoy orgulloso de que nuestra tierra vuelva a repetir en este ranking como una de las comunidades con menos privatización sanitaria» y ha afirmado que «hemos dado un salto enorme y no voy a escatimar en esfuerzos para continuar este camino».
Presentado por el portavoz de la FADSP, Marciano Sánchez-Bayle, el informe destaca que Madrid, Baleares, Cataluña y Andalucía son las comunidades autónomas con mayor grado de privatización sanitaria en el país. Por el contrario, Castilla-La Mancha, junto con Extremadura y Navarra, se posiciona como una de las menos privatizadas.
CLM a diferencia del aumento generalizado en la privatización sanitaria
El estudio, basado en datos del año 2023, señala un aumento generalizado de la privatización en todas las regiones. Madrid encabeza la lista con 28 puntos, seguida de cerca por Baleares con 27 y Cataluña con 26. Por su parte, CLM alcanza un puntaje de 18 en el índice de privatización, reflejando una menor presencia del sector privado en el ámbito sanitario.
Los criterios evaluados en el informe incluyen aspectos como el aseguramiento, la financiación privada, los recursos y la utilización del sector privado, así como el porcentaje de gasto sanitario público dedicado a la contratación con centros privados y la existencia de fórmulas de colaboración público-privadas. Los datos utilizados provienen de fuentes como el Ministerio de Sanidad, el Instituto Nacional de Estadística y el Barómetro Sanitario.
Sánchez-Bayle subraya que la privatización del sistema sanitario representa un problema para la sanidad pública, ya que incrementa los costes y mercantiliza un derecho fundamental de las personas. Asegura que cuanto más dinero se destina al sector privado, menos recursos quedan para financiar el sistema público, lo que afecta negativamente a la capacidad de atención y la calidad del servicio.
En cuanto a los movimientos más destacados entre los informes anteriores, se observa un aumento significativo en la privatización en regiones como Cantabria, Murcia, Aragón y Asturias, mientras que Navarra ha experimentado una disminución notable en su puntaje. La falta de transparencia por parte de las administraciones sanitarias dificulta la obtención de datos homogéneos y afecta a la evaluación precisa de la situación en cada comunidad autónoma, lo que representa un desafío para el análisis de la privatización sanitaria a nivel nacional.
