Enclavado entre imponentes montañas, El Real de San Vicente emerge como un precioso enclave natural en pleno corazón de la Sierra de San Vicente, ofreciendo a los visitantes un paisaje serrano de ensueño. Este encantador pueblo es el destino ideal para aquellos que buscan conectar con la naturaleza, disfrutar del senderismo y maravillarse con la fusión entre la flora y la fauna del entorno. En este reportaje, conoceremos la historia que hay detrás de este maravilloso pueblo.
Tesoros del pasado en un entorno rural
El origen de la localidad se remonta a la creación de un campamento militar en tiempos de Alfonso VIII, como apoyo a las ciudades de Toledo y Talavera. Su conjunto urbano destaca por su arquitectura popular serrana, con un amplio patrimonio cultural vinculado a su entorno rural de montaña. Pozos de Nieve, fuentes, lavaderos y molinos hidráulicos son algunos de los tesoros que revelan la historia y la vida cotidiana de esta encantadora localidad.
Pero la arquitectura más imponente e interesante que tiene El Real de San Vicente es la Iglesia parroquial de Santa Catalina, que esta declarada como Bien de Interés Cultural desde el año 1991, que consta de una nave dividida en cinco tramos con pilares adosados. Aquí se tiene como principal patrona a la Virgen de los Dolores. También hay que nombrar la Ermita de San Nicasio, la cual está levantada con piedras y cubierta a dos aguas, datando la construcción en el siglo XX.
Además, no hay que olvidarse del Convento Carmelita del Piélago, que es uno de los puntos más visitados de la Sierra de San Vicente. Y unidos al convento se encuentran los pozos de nieve, construidos también durante el siglo XVII, con el propósito de acumular nieve en su interior. A parte hay que hacer mención a la fuente de los caños, que es un lugar donde los arroyos y la abundancia de agua son su mayor característica.
Fiestas tradicionales de El Real de San Vicente
Las festividades en El Real de San Vicente son una celebración de la cultura y la tradición. Desde el denominado «día de la tortilla», que se celebra en el mes de febrero y donde familia y amigos, se reúnen para comer tortilla de patata, si el tiempo lo permite. También hay que nombrar los carnavales, en los cuales se crea la denominada «soldadesca» y desde el día de reyes hasta Carnaval desfilan cada fin de semana por las calles del pueblo tocando el tambor y haciendo bailar la bandera.
Tampoco hay que olvidarse de las fiestas por excelencia, las fiestas en honor a la Virgen de los Dolores. Desde el día 13 de septiembre, los realeños disfrutan de eventos taurinos, actividades y de música, junto con las familias y los amigos. Por último hay que destacar «las luminarias», momento en el que los vecinos de cada barrio organizan una hoguera.
Explorando la naturaleza en su máximo esplendor
Para los amantes del senderismo y la naturaleza, El Real de San Vicente ofrece la Ruta PR-21 de Senderos de Toledo, un recorrido circular completamente señalizado que atraviesa los paisajes más impresionantes de la región. Desde El Piélago hasta Cabeza del Oso, esta ruta ofrece una experiencia única en contacto con la naturaleza.
Gastronomía y alojamiento en El Real de San Vicente
Tras una jornada de exploración, nada mejor que disfrutar de la gastronomía local en los bares y restaurantes del pueblo, como la Cervecería El Reloj y el Restaurante Casa Wimba. Para aquellos que deseen prolongar su estancia, la localidad también cuenta con opciones de alojamiento acogedoras, como el Complejo Rural El Mesón y la Casa Rural El Parador.
¿Cómo llegar desde Talavera?
Si estás buscando una escapada rural auténtica y llena de encanto, El Real de San Vicente es el destino perfecto. Para llegar desde Talavera, sigue las indicaciones hacia la CM-5001 y la TO-1368, y en solo 30 minutos estarás disfrutando de la belleza y la tranquilidad de este hermoso pueblo serrano.
