En la tranquila localidad de Cazalegas, en la provincia de Toledo, una tragedia se desató en las primeras horas del domingo, poco después de las seis de la mañana. Un voraz incendio consumió una vivienda, dejando a su paso dolor y desolación para una familia. El hombre de la casa, un padre de 33 años, y sus dos preciosos hijos, una niña de ocho años y un tierno bebé de apenas seis meses, se vieron atrapados en medio de las llamas.
Las consecuencias fueron desgarradoras. Los tres miembros de la familia sufrieron los efectos de la inhalación de humo, mientras que el padre, en su intento desesperado por contener el fuego, sufrió quemaduras. La rápida intervención del servicio de emergencias 112 de Castilla-La Mancha evitó que la tragedia fuera aún mayor.
Cuando los bomberos de Talavera de la Reina llegaron al lugar, en la calle Mayor de Cazalegas, el fuego estaba extinguido. Sin embargo, las secuelas del desastre se saldaban con los miembros de la familia afectados por inhalación de humos en el incendio.
Con urgencia y cuidado, los socorristas trasladaron al padre al hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina en una ambulancia equipada con soporte vital avanzado. Mientras tanto, la asistencia sanitaria decidía trasladar a los pequeños en una ambulancia de soporte vital básico.