La operación de la Guardia Civil que ha culminado con la desarticulación de la banda de ‘Miguelito’ ha dejado registros en El Viso de San Juan. Este operativo forma parte de una estrategia dirigida a frenar las actividades delictivas de una banda de aluniceros que utilizaba mazas para llevar a cabo robos en grandes superficies. Como resultado de la operación, la Guardia Civil ha arrestado a cinco personas en relación con una serie de robos que abarcan tanto la Comunidad de Madrid como diversos puntos de la Comunidad Valenciana.
Entre los detenidos se encuentra ‘Miguelito’, hijastro de Jonathan Moñiz, alias ‘El Piojo’, un conocido alunicero y butronero, así como ‘El Lolo’, quien fue lugarteniente del famoso alunicero ‘Goyito’, y ‘El Churrita’, considerado el líder de la red. La investigación, denominada «Cerbero Shaguar», ha logrado vincular a la banda con una treintena de delitos, aunque se sospecha que podrían haber cometido más de un centenar de robos en establecimientos comerciales y el robo de medio centenar de vehículos.
Los arrestados, con edades comprendidas entre los 20 y 32 años, cuentan con amplios antecedentes delictivos y están ya a disposición judicial, decretándose su ingreso en prisión. La operación ha desarticulado un grupo criminal especializado en robos con fuerza en grandes superficies, así como en almacenes, establecimientos de hostelería y empresas de paquetería.
La banda de ‘Miguelito’
Los miembros de la banda seleccionaban cuidadosamente los lugares para cometer los robos y actuaban durante la noche. Utilizaban mazas para forzar cierres metálicos y fracturar puertas o ventanas, accediendo al interior de los establecimientos en minutos y llevándose todo en bolsas de grandes dimensiones. Además, para sus desplazamientos utilizaban vehículos previamente sustraídos.
La investigación reveló que la banda se especializó en la sustracción de vehículos de una marca específica con motores potentes que les permitían emprender rápidas huidas. Se les atribuyen al menos cincuenta robos de vehículos en toda la Comunidad de Madrid. Uno de los miembros tenía conocimientos para abrir y arrancar los vehículos, mientras que el grupo contaba con dispositivos para inhibir la apertura de los coches y arrancarlos.
La banda no dudaba en enfrentarse a las fuerzas del orden, utilizando mazas u otras herramientas de gran tamaño para escapar de las autoridades. Hasta el momento, se les atribuyen robos en varios municipios de la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana. En los registros domiciliarios realizados en Madrid, Torrejón de Ardoz, Leganés y El Viso de San Juan, se han recuperado efectos procedentes de los robos investigados y material utilizado para la comisión de los delitos.