La consejera de Economía, Empresas y Empleo de Castilla-La Mancha, Patricia Franco, ha destacado el análisis de turismo realizado durante la pasada Semana Santa, revelando datos impresionantes sobre la afluencia de visitantes a la región. Gracias al empleo de herramientas como el ‘big data’, se ha podido constatar que aproximadamente 3,5 millones de personas eligieron esta comunidad autónoma como destino turístico entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Resurrección. Este flujo masivo de visitantes ha dejado un impacto económico directo que supera los 181 millones de euros, evidenciando el poderoso motor que representa el turismo en la región.
La implementación del ‘big data’ en el análisis de la demanda turística ha permitido desglosar con precisión la composición de los visitantes durante la Semana Santa. Según los datos recabados, se contabilizaron alrededor de 1,7 millones de personas que pernoctaron en alojamientos reglados o residenciales, mientras que aproximadamente 1,74 millones fueron excursionistas que optaron por pasar el día en Castilla-La Mancha. Estas cifras revelan la diversidad de turistas que eligieron la región como destino, desde aquellos que buscaron una estadía prolongada hasta los que prefirieron disfrutar de una jornada de ocio y cultura.
Datos en turismo cada vez mejores
El impacto económico generado por esta afluencia turística es igualmente significativo, con un gasto medio que ha contribuido a superar los 181 millones de euros. Es importante destacar que estos números solo representan el impacto directo, ya que se estima que el gasto adicional de los residentes de Castilla-La Mancha que optaron por disfrutar de las festividades en su tierra natal o en localidades cercanas podría elevar esta cifra por encima de los 200 millones de euros. Este flujo de recursos no solo impulsa la economía local, sino que también fortalece la imagen de la región como destino turístico destacado en el panorama nacional e internacional.
Patricia Franco también enfatizó la importancia de cumplir con las previsiones turísticas durante este periodo, destacando la alta ocupación registrada en los alojamientos rurales y hoteleros de la región, que superó el 93 por ciento y el 84 por ciento, respectivamente. Estos números reflejan el éxito de las estrategias de promoción en turismo implementadas y la creciente atracción que ejerce Castilla-La Mancha como destino vacacional durante las festividades de Semana Santa.
