Una nueva inquilina meteorológica, la borrasca Juan, se avecina sobre Castilla-La Mancha, trayendo consigo un panorama climático desafiante. Las previsiones meteorológicas alertan sobre la llegada de esta borrasca de origen atlántico y gran profundidad, que se espera que impacte con fuerza en amplias áreas del centro y suroeste de España.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha dado nombre a esta nueva borrasca, anticipando que desencadenará fuertes y persistentes lluvias en diversas regiones, así como «acumulaciones significativas» de nieve. La cota de nieve, que se sitúa inicialmente a 1.000 metros, se verá drásticamente reducida a 400/700 metros en gran parte de la mitad norte peninsular, pintando un escenario invernal en paisajes que recientemente se despidieron de las temperaturas más suaves.
Este fenómeno meteorológico, programado para instalarse a partir del viernes, provocará un marcado descenso de las temperaturas en la mitad norte peninsular y en las Islas Baleares. Además, se esperan vientos fuertes y/o ráfagas muy fuertes en todas las áreas costeras de la Península y las Baleares, así como en ciertos puntos de Canarias y las montañas de Andalucía.
El impacto de la borrasca Juan se hace evidente en la diversidad de fenómenos que engloba, desde lluvias persistentes que podrían generar problemas en el transporte y la infraestructura, hasta la acumulación de nieve que podría alterar la vida cotidiana en las zonas afectadas. La población de Castilla-La Mancha y las regiones circundantes se preparan para afrontar los desafíos climáticos que Juan traerá consigo en las próximas horas. Los servicios de emergencia y las autoridades instan a la ciudadanía a tomar precauciones y seguir las recomendaciones ante las adversidades climáticas que se avecinan.
