Esta costumbre de desear cosas buenas para todo el mundo, es una quimera sin mucho sentido, más allá de quedar bien y cubrir el expediente propio de estas melosas e hipócritas fiestas.
Digo que no sirve para nada, porque el año pasado todos deseamos lo mejor para Talavera y el destino (y los votos) nos concedieron un gobierno del PP y VOX, que está siendo tan nefasto como se esperaba. Así que está visto que no basta con desear algo para que suceda. Al menos a muchos no nos funciona.
Lo mejor es ponerse trabajar para conseguir lo que buscamos, porque si estamos esperando a que la divina providencia nos regale su favor, estamos apañados. Así que deseo y espero que quienes han sido llamados, para su sorpresa, a gobernar nuestra amada Talavera, se pongan las pilas, busquen ayuda donde sea y hagan algo por emular mínimamente lo que hizo el anterior gobierno de Tita.
Seguramente el año que viene por estas fechas estaré despotricando contra los buenos deseos navideños y la magia de unos señores en camello. Pero si perdemos la esperanza, ya nada nos queda. Así que voy a caer una vez más en la más absoluta ingenuidad y desear a Talavera y a los talaveranos y por extensión a toda la comarca y al mundo , que impere la inteligencia, que se imponga la sensatez, que brote la luz donde solo hay tinieblas y que, por favor, alguien facilite una moción de censura para volver a lo bueno conocido que representaba la cada vez más añorada Tita.
