La Red Nacional de Paradores, conocida por sus alojamientos con un toque histórico y ubicaciones naturales excepcionales, es un conjunto de edificios y entornos historicos convertidos en alojamientos inolvidables. A lo largo de toda la geografía nacional, cada uno con sus peculiaridades arquitectonicas y sus singulares historias, representan el devenir de España durante siglos.
Aquí presentamos la lista de los Paradores nacionales más cerca de Talavera que bien merecen una visita. ¿Serías capaz de enumerarlos todos?
|1| Parador de Oropesa (Toledo)
Enclavado majestuosamente sobre una colina, el impresionante Castillo de los Álvarez de Toledo, condes de Oropesa, ha albergado el primer Parador en un edificio histórico desde 1930. Este icónico lugar no solo ofrece la oportunidad de sumergirse en la historia, sino que también brinda vistas excepcionales de la imponente Sierra de Gredos.
Adentrarse en el Castillo es un viaje en el tiempo, transportándote a la nobleza medieval. El inmenso patio de armas te da la bienvenida, revelando estancias amplias y luminosas, así como un salón con espléndidos artesonados mudéjares y una decoración que evoca épocas pasadas. Como un noble medieval, podrás disfrutar de momentos de relajación en la terraza y la piscina exterior, mientras contemplas la hermosa panorámica del Campo Arañuelo.
El Parador de Oropesa, cuyo nombre rinde homenaje al ilustre Francisco Álvarez de Toledo y Figueroa, V virrey del Perú entre 1569 y 1581 y acompañante de Carlos I en sus campañas por África y Europa, es un testimonio vivo de la rica historia de la región.
Este excepcional edificio se compone del Castillo Viejo, una fortaleza árabe que data de los siglos XII-XIII, y el Castillo Nuevo, erigido en 1402 como el palacio de los Álvarez de Toledo. El conjunto arquitectónico destaca por su majestuosa escalinata del siglo XVI y la imponente torre del homenaje, que se alza con una altura imponente de 25 metros y abarca 5 plantas. Sumérgete en la grandeza de épocas pasadas mientras exploras este fascinante lugar que fusiona historia, arquitectura y una belleza panorámica única.
|2| Parador de Toledo
Convierte tu estancia en Toledo en una experiencia verdaderamente inolvidable al elegir el Parador de Toledo como tu lugar de alojamiento. Este edificio de inspiración mudéjar te brinda la oportunidad de disfrutar de las mejores vistas panorámicas de la Ciudad de las Tres Culturas desde su terraza, salones y habitaciones. Sumérgete en un ambiente donde la historia se entrelaza con el confort, donde las vigas, escaleras y suelos de madera aportan un toque de elegancia a las amplias y lujosas instalaciones del Parador.
Al adentrarte en el Parador de Toledo, te aguarda un oasis de calidez y acogimiento, proporcionando el escenario perfecto para relajarte después de un día repleto de exploración turística. Imagina deleitarte con un baño relajante en la piscina o saborear las delicias gastronómicas de la cocina manchega en la terraza, todo mientras contemplas el hermoso perfil de Toledo.
Este rincón único te ofrece no solo comodidades excepcionales, sino también una ubicación estratégica que te permite explorar la Ciudad de las Tres Culturas en todo su esplendor. Desde el imponente Alcázar, testigo de la historia más reciente, hasta la impresionante catedral gótica en el corazón del casco histórico, las sinagogas y mezquitas, los numerosos monumentos, museos y encantadores parques y jardines.
|3| Parador de Ávila
El Parador de Ávila, un tesoro resguardado en el antiguo Palacio de Piedras Albas, es un majestuoso edificio del siglo XVI que se erige en el corazón del casco histórico de la ciudad, con vistas panorámicas a las imponentes murallas. Adentrarse en su interior es adentrarse en un espacio íntimo y acogedor, donde las habitaciones, diseñadas para el descanso absoluto, se fusionan armoniosamente con la grandiosidad del entorno.
El comedor, con su perspectiva única al jardín y a las murallas a través de un patio acristalado, convierte al Parador en un lugar excepcional, en sintonía con la majestuosidad de otros edificios que conforman el Patrimonio Cultural Mundial de Ávila.
Rodeado de exuberantes jardines, el Parador alberga una fascinante colección arqueológica que incluye sarcófagos, pilas bautismales y un verraco del siglo V a.C. En el restaurante, deleita tus sentidos con la auténtica cocina tradicional castellana, desde las judías de El Barco hasta los pucheretes teresianos, un suculento chuletón de ternera, cochinillo asado o las irresistibles yemas de Santa Teresa. No te pierdas las Jornadas Gastronómicas de las Judías del Barco, que el Parador organiza anualmente.
Si bien el acceso peatonal al Parador puede presentar desafíos debido a su carácter histórico, no dejes que esto te detenga. Si tienes alguna dificultad de movilidad, contacta con el Parador para recibir información sobre las mejores opciones de acceso y asegurarte de disfrutar plenamente de esta experiencia única en Ávila.
|4| Parador de Chinchón (Madrid)
El Parador de Chinchón es un tesoro fundado en el siglo XV por los primeros Señores de Chinchón, que ocupa el antiguo monasterio de Nuestra Señora del Paraíso, manteniendo su claustro y escalera originales, así como la primitiva iglesia que ha sido transformada en una suite única y especial.
Situado en el corazón de la villa medieval, el edificio rodeado de amplios jardines y una típica huerta conventual, ahora adornada con árboles frutales, se convierte en un oasis para desconectar y relajarse. La piscina, ubicada en los antiguos establos del monasterio, ofrece un lugar idílico para disfrutar de momentos de serenidad. Además, el Parador alberga un impresionante claustro acristalado que exhibe una exclusiva colección de arte religioso.
La historia del edificio ha experimentado giros significativos a lo largo de los siglos, desde su fundación en el siglo XV hasta su abandono en 1626. Durante los siglos XVIII y XIX, sirvió como centro de formación humanista y, tras la desamortización de 1842, fue reutilizado como juzgado y prisión regional.
Entre los ilustres huéspedes que han dejado su huella en este monasterio destaca el archiduque Carlos de Austria, aspirante al trono español durante la Guerra de Sucesión (1700-1714) y futuro emperador de Alemania. Cada rincón del Parador de Chinchón respira historia, convirtiéndolo en un destino único donde el pasado y la elegancia se fusionan para ofrecer una experiencia inolvidable.
|5| Parador de Plasencia (Cáceres)
La majestuosidad del Parador de Plasencia, que ocupa el impresionante Convento de San Vicente Ferrer, es un tesoro arquitectónico en el corazón de la histórica ciudad. Este edificio, parte del conjunto monumental del siglo XV erigido por los Zúñiga y Pimentel, duques de la villa, ofrece una experiencia única que combina la elegancia del pasado con el confort contemporáneo.
Desde el momento en que pones un pie en este enclave histórico, te recibirán sus techos abovedados, imponentes muros de piedra y magníficos artesonados, transportándote a otra época. La exquisita decoración del Parador complementa la arquitectura, creando un ambiente que invita al viajero a sumergirse en la rica historia del lugar.
El Convento de San Vicente Ferrer, junto con la iglesia de Santo Domingo y el Palacio Mirabel, constituye un conjunto edificado por los duques de Plasencia entre los siglos XV y XVII. Con un origen legendario y un estilo gótico tardío con elementos renacentistas, este enclave histórico es testigo de siglos de historia y cultura.
Explora los elementos originales que el convento conserva, como el artesonado del claustro bajo, el púlpito del refectorio, un fascinante friso de azulejos del siglo XVI y numerosos restos de pinturas murales de la época. No puedes perderte la escalera volada, construida en 1577, una de las más bellas de España, que añade un toque de grandiosidad arquitectónica al conjunto.
El Parador de Plasencia te invita a disfrutar de la vida nocturna en su exclusivo bar, ubicado en la antigua bodega del convento, ofreciéndote un espacio acogedor para relajarte y disfrutar de la velada.
|6| Parador de Jarandilla (Cáceres)
En la serenidad del Valle de la Vera, entre las sinuosas corrientes del Tiétar y el Jerte, se erige el Parador de Jarandilla de la Vera aguarda en el antiguo castillo-palacio de los Condes de Oropesa. Este enclave, impregnado de historia y comodidad, se erige entre gargantas de agua, piscinas naturales y bosques de castaños, ofreciendo una experiencia única.
El majestuoso castillo-palacio del siglo XVI, con sus torreones imponentes y el gran patio de armas, coexiste armoniosamente con una excepcional piscina rodeada de olivos y naranjos, creando un ambiente equilibrado entre la majestuosidad histórica y la serenidad contemporánea. En el interior, los salones con chimenea y la cuidada decoración te sumergirán en una travesía temporal, conservando al mismo tiempo una atmósfera de tranquilidad e intimidad.
Explora los vestigios originales del pasado, como el foso y las murallas torreadas, que narran la historia del Parador. Admira la excepcional galería gótica de dos pisos en el patio interior, un testimonio arquitectónico de la grandeza de la época.
Entre 1556 y 1557, el Parador fue el hogar temporal del ilustre emperador Carlos V, quien eligió este refugio tras su abdicación. Residiendo aquí durante varios meses, el emperador encontró paz antes de establecerse definitivamente en el cercano monasterio de Yuste.
El Parador de Jarandilla de la Vera es, por tanto, más que un lugar de alojamiento; es un portal al pasado, donde la historia se entrelaza con la comodidad moderna, y la belleza natural del entorno enriquece la experiencia.
|7| Parador de Guadalupe (Cáceres)
En el corazón de la pintoresca localidad de Guadalupe, enmarcado por el Real Monasterio y la animada plaza de Santa María, se alza majestuoso el Parador de Guadalupe. Este excepcional enclave, parte integrante de un conjunto mudéjar que data de los siglos XV-XVI, ofrece un refugio confortable y acogedor, donde las arquerías y la exuberante vegetación convergen para brindar un ambiente de paz y tranquilidad.
Dentro de sus muros, las amplias estancias de paredes blancas y decoración evocadora de su pasado medieval se entrelazan con magníficos espacios, como el claustro, caracterizado por arcos y celosías de inspiración árabe. Un encantador jardín trasero, adornado con hermosos juegos de agua, invita a la relajación y la contemplación. Desde la piscina y gran parte de las habitaciones con terraza, se pueden disfrutar de exclusivas vistas al imponente Real Monasterio.
Este conjunto arquitectónico ocupa los antiguos edificios del Hospital de San Juan Bautista, del siglo XIV, y el Colegio de Infantes, del siglo XV, que fueron transformados en el Parador que conocemos hoy en 1965. Estos edificios históricos, vinculados estrechamente al monasterio, simbolizan los pilares del saber medieval: humanismo y ciencia.
Fruto de una cuidadosa restauración, la herencia del antiguo monasterio mudéjar se manifiesta en el uso de tejas y azulejos verdes de influencia árabe, así como en el trabajo minucioso de celosías y solerías tradicionales presentes en el actual patio del Parador. Aquí, los juegos de agua complementan un entorno excepcional, impregnado de la esencia y la inspiración andalusí que define este lugar único.
|8| Parador de Gredos (Ávila)
Enclavado entre las aguas cristalinas, las escarpadas rocas y los frondosos pinares, el Parador de Gredos marca el inicio de la fascinante historia de Paradores. Inaugurado por el monarca Alfonso XIII el 9 de octubre de 1928, este establecimiento se erige como el pionero en la Red de Paradores.
La construcción del Parador se llevó a cabo a partir de elementos trasladados desde la casa señorial de Villacastín, dando como resultado una arquitectura sólida, confeccionada en piedra y pizarra. No obstante, tras su imponente fachada, aguarda un interior reconfortante inspirado en el estilo castellano. La rusticidad de la madera utilizada en su decoración crea espacios simultáneamente nobles y acogedores, mientras que las terrazas ofrecen espectaculares miradores hacia la majestuosa Sierra de Gredos.
Inaugurado originalmente para albergar las partidas de caza del rey, el Parador de Gredos refleja desde sus inicios la apuesta de la Red por erigir hoteles en enclaves naturales únicos, fuera del alcance de la iniciativa privada.
Este Parador ocupa un lugar destacado en los anales de la historia al haber sido el escenario donde, a principios de 1978, los padres de la Constitución se congregaron para redactar la Carta Magna de España. De aquel trascendental momento se conserva el Salón del Silencio, rebautizado como Salón de los Ponentes, donde los redactores dieron forma al primer texto de la Constitución Española.
|9| Parador de Trujillo (Cáceres)
El majestuoso Parador de Trujillo, que ocupa el antiguo convento franciscano de Santa Clara del siglo XVI, se erige como una joya arquitectónica en pleno corazón de la ciudad histórica de Trujillo. Este extraordinario edificio presenta una estructura alrededor de un impresionante claustro central, adornado con columnas y arcos renacentistas. Este claustro se conecta, por un extremo, con una antigua iglesia de techo abovedado, donde ha encontrado su hogar el comedor del Parador. En el otro extremo, se accede al segundo patio del conjunto, de estilo moderno, agregando un toque contemporáneo a la rica historia que envuelve el lugar.
El Parador de Trujillo se revela como un destino idílico para el descanso y el disfrute, ofreciendo espacios acogedores en su interior y una refrescante piscina en el exterior. Su ubicación estratégica, en las cercanías de Cáceres, lo convierte en un lugar perfecto para la organización de reuniones y eventos, brindando la elegancia de sus salones para tales ocasiones.
