Terminados los trabajos de restauración del zócalo a la entrada de la Basílica de Nuestra Señora del Prado, marca la conclusión de un ambicioso proyecto de restauración. Este logro es el resultado de los esfuerzos llevados a cabo por el anterior Gobierno liderado por Tita García, quienes emprendieron una intervención minuciosa en los aproximadamente 1.700 azulejos que componen el pórtico de la Basílica.
Datados entre 1569 y 1571, estos azulejos de cerámica han sido meticulosamente restaurados, devolviéndoles su esplendor original. Los ciudadanos de Talavera y sus alrededores ahora tienen la oportunidad de acercarse a la Basílica y maravillarse con la magnificencia de esta joya arquitectónica. Tita García, destacando la importancia de esta intervención, subrayó que era una «obligación moral» abordar el deterioro de los azulejos, recordando que en 2019, la única solución propuesta fue la colocación de vinilos sobre ellos.
El proyecto de rehabilitación se desarrolló a lo largo de la pasada legislatura, atravesando diversas fases con el objetivo constante de preservar la azulejería de manera que perdure en el tiempo. La restauración no solo busca garantizar la apreciación a largo plazo por parte de los talaveranos, sino también ofrecer a los visitantes la oportunidad de deleitarse directamente con la espléndida cerámica y la majestuosidad de la Basílica. En palabras de Tita García, ahora los habitantes de Talavera «pueden disfrutar de la cerámica de la fachada de la Basílica en todo su esplendor». Este logro no solo resalta la rica historia de la región, sino que también representa un compromiso con la preservación y el disfrute continuo de su patrimonio cultural.