El gobernador republicano de Arkansas, de Estados Unidos, acaba de aprobar una ley, que podría servir, para denegar la atención sanitaria a personas LGTBI, si el personal sanitario que ha de atenderlo alega tener problemas de conciencia o motivos ideológicos para rechazarles.
Este tipo de leyes están empezando a aparecer por muchos países y han intentado aprobarse en el Consejo de Europa.