El sábado previo al domingo del Leño Florido, se engalanan las calles de la ciudad para celebrar La Mondas. Este año, por un exceso de celo de la empresa encargada, las banderolas se colocaron varios días antes y eso ha provocado que algunos bien encauzados por legistas mediáticos, se lanzaran al barro clamando por el ultraje que las banderas suponían a sus sentimientos religiosos.
Me da lo mismo el color del dios o la religión de turno, todas ellas parecen estar formadas por gente sensible y razonable en su mayoría, pero también por un grupúsculo de energúmenos que hacen bandera de su fe como balsa de odio y desprecio hacia todo lo que no sea su ortodoxa fingida y de escaparate.
En Talavera son muchos también los que no tienen ningún sentimiento religioso y que pudiera molestarles que se corten calles para procesionar imágenes o que se llene la ciudad de adornos de tiente religioso etc. ¿Se imaginan que alegasen sus sentimientos no religiosos para exigir que se prohibiesen?
