La rica tradición artesanal de España, representada por la exquisita cerámica de Talavera, los afamados cuchillos de Albacete, los icónicos azulejos sevillanos y los delicados encajes de Almagro, ha recibido un voto de confianza del Parlamento Europeo. Este martes, se ha dado luz verde a un acuerdo entre instituciones para establecer un marco de protección mediante indicaciones geográficas para productos artesanales e industriales de alto valor, aquellos cuya singularidad de origen y proceso de producción exige ser protegidos como marcas dentro de la Unión Europea y en acuerdos comerciales.
Estas normativas no solo preservarán los conocimientos tradicionales arraigados en la UE, sino también asegurarán la supervivencia de productos artesanales vinculados a regiones protegidas y combatirán la amenaza de la falsificación. Para los productores locales, estas medidas constituirán un valioso apoyo en su lucha contra las imitaciones, ya que los consumidores podrán confiar en un distintivo de calidad que garantice la excelencia del producto adquirido.
En total, más de 800 productos en Europa serán objeto de esta protección, de los cuales 200 son de origen español. Esto incluye, por supuesto, la emblemática cerámica de Talavera, los intrincados bordados lagarteranos, los afilados cuchillos de Albacete, los delicados encajes de Almagro y la excepcional artesanía de vidrios y cristales de La Granja. También se engloban los icónicos azulejos sevillanos, como los que diariamente toman forma bajo las hábiles manos de Nuria González en la Cerámica Artística Antonio González, en Mairena del Alcor. Sin embargo, lamentablemente, esta protección llega tarde para muchos talleres de cerámica que ya han cerrado. Además, preocupa que sea una institución europea, en lugar de una local, la que brinde el primer apoyo significativo a estos pequeños artesanos.
Cómo distinguir la auténtica cerámica de Talavera
En una época en la que la artesanía estaba en auge, era común encontrar piezas que decían «Hecho en Talavera» en fábricas andaluzas. La mejor manera de diferenciar la cerámica genuina de Talavera de una imitación es darle la vuelta, donde se encuentra no solo el origen, sino también el nombre del taller o el artesano que la ha creado.